Un atasco en la cocina, en el baño o en el inodoro puede arruinarte el día. El agua empieza a acumularse, los malos olores aparecen y las tareas diarias se complican. Aunque lo primero que suele venir a la mente es recurrir a productos químicos, estos no siempre son efectivos y, en ocasiones, terminan dañando las cañerías. Por eso, tener a mano un desatascador de tuberías es la manera más rápida, económica y segura de recuperar la normalidad.
En este artículo encontrarás una guía práctica paso a paso para usar un desatascador de tuberías, aprenderás qué tipos existen, cuándo conviene alquilar uno y qué ventajas ofrece frente a la compra.
Qué es un desatascador de tuberías y cuándo usarlo
El desatascador de tuberías es una herramienta diseñada para eliminar obstrucciones y devolver el flujo normal del agua. Los hay de distintos tipos: los manuales de ventosa, ideales para fregaderos o inodoros; los de muelle, que permiten llegar a bloqueos más profundos; los eléctricos, muy utilizados por profesionales; o los hidráulicos, que trabajan con presión de agua o aire.
Saber cuándo utilizarlo es fundamental. Si el agua baja con lentitud, si aparecen burbujas al vaciar el fregadero o si el desagüe desprende un olor desagradable, lo más probable es que tengas un atasco. En esas situaciones, un desatascador será tu mejor aliado.
Preparativos antes de comenzar
Antes de lanzarte a usar la herramienta, conviene preparar la zona de trabajo. Coloca trapos o un cubo para recoger el agua sucia que pueda salir. Usa guantes de goma para protegerte de la suciedad y de las bacterias, y retira los restos visibles en la entrada del desagüe. Si el fregadero o la bañera están llenos, procura vaciar al menos una parte del agua para trabajar con mayor comodidad.
Con estos sencillos pasos previos tendrás todo listo para empezar a desatascar de manera eficaz.
Cómo usar un desatascador de ventosa paso a paso
El desatascador de ventosa es el más popular y el que casi todos tenemos en casa. Para usarlo correctamente, colócalo sobre el orificio del desagüe asegurándote de que quede bien sellado. A continuación, presiona hacia abajo y tira hacia arriba varias veces seguidas. El efecto de succión y presión ayuda a soltar el bloqueo interno. Repite la operación hasta que el agua comience a drenar. Es un método sencillo, limpio y que en la mayoría de ocasiones da resultados inmediatos.
Cómo utilizar un desatascador de muelle
Cuando el atasco es más profundo y la ventosa no funciona, el desatascador de muelle es la mejor alternativa. Consiste en un cable flexible metálico que se introduce poco a poco en la tubería mientras se gira la manivela. Al avanzar, el muelle rompe la obstrucción o engancha los restos para extraerlos. Es muy eficaz en los desagües de baño, donde los cabellos suelen acumularse y formar tapones resistentes.
El desatascador eléctrico: la opción más potente
Para problemas más serios, como bloqueos persistentes en tuberías largas o colectores, lo ideal es recurrir a un desatascador eléctrico. Esta herramienta funciona con motor y facilita el giro del muelle con gran fuerza, reduciendo el esfuerzo manual y garantizando un resultado rápido. No obstante, suele ser costosa de adquirir, motivo por el cual la mayoría de usuarios recurre al alquiler de herramientas cuando necesita una máquina de este tipo.
Alquilar o comprar: por qué el alquiler es la mejor opción
Llegados a este punto, surge una pregunta: ¿merece la pena comprar un desatascador de tuberías o es mejor alquilarlo? La respuesta dependerá de la frecuencia de uso. Para la mayoría de particulares, los atascos no son un problema diario, sino situaciones puntuales que aparecen una o dos veces al año. Invertir en un desatascador eléctrico o de presión para tenerlo guardado en casa no solo supone un gasto innecesario, sino también un problema de espacio y mantenimiento.
Por eso, alquilar un desatascador de tuberías se ha convertido en la alternativa más inteligente. Pagas únicamente por el tiempo de uso, tienes acceso a modelos profesionales que garantizan resultados rápidos y, además, te olvidas del mantenimiento y de la depreciación de la herramienta. Empresas como Smoh han apostado por este modelo y ofrecen el alquiler de herramientas a particulares, facilitando el acceso a equipos de calidad que antes solo estaban al alcance de profesionales.
Elegir el alquiler de herramientas frente a la compra significa ahorrar dinero, ganar flexibilidad y poder utilizar la herramienta adecuada en cada momento.
Precauciones y consejos finales
Al trabajar con un desatascador, conviene ser cuidadoso. No fuerces la herramienta más de lo necesario, ya que podrías dañar el interior de la tubería. Evita mezclar productos químicos con el uso del desatascador, ya que la combinación puede ser peligrosa tanto para ti como para las instalaciones. Y, una vez terminado el trabajo, limpia bien la zona y desinfecta para evitar la proliferación de bacterias.
Además, recuerda que prevenir siempre es la mejor estrategia. Colocar rejillas en los desagües, evitar tirar aceites por el fregadero y realizar limpiezas periódicas con agua caliente o vinagre son hábitos que te ahorrarán futuros disgustos.
Conclusión
Un atasco no tiene por qué convertirse en una pesadilla. Con un desatascador de tuberías y siguiendo los pasos adecuados podrás resolver la mayoría de bloqueos de manera rápida y sencilla. La clave está en elegir la herramienta correcta según el tipo de problema y, sobre todo, valorar si te compensa comprar o alquilar.
Gracias al auge del alquiler de herramientas, hoy en día no es necesario hacer una gran inversión para solucionar un problema puntual. Empresas como Smoh ponen al alcance de los particulares equipos profesionales, ofreciendo un servicio flexible y económico que permite afrontar cualquier reparación doméstica sin complicaciones.
En definitiva, si necesitas un desatascador de tuberías no lo dudes, el alquiler es la opción más práctica, sostenible y rentable.






