Entre el 19% y el 35% de los gastos de una flota de vehículos tienen relación directa con el combustible y los lubricantes. Sin embargo, hay casos donde se llega hasta el 50% de los gastos mensuales, lo que influye directamente en los costes del negocio y en los márgenes de ganancia. Por tanto, gestionar correctamente el combustible es una preocupación capital para las empresas del sector, y en ese sentido, la utilización de tarjetas de combustible puede ser una de las mejores soluciones a implementar, más aún atendiendo a las ventajas asociadas a este recurso.
Ventajas de utilizar una tarjeta de combustible en una flota de camiones
Una tarjeta de combustible funciona de manera similar a una tarjeta de crédito -o incluso igual a una tarjeta prepagada, dependiendo del proveedor-, por lo que resulta útil e incluso imprescindible para una empresa de transporte, sobre todo con respecto al ahorro de costes, con las repercusiones que eso tiene en la contabilidad final de la labor.
Mejor control de gastos
Como se anticipaba, la tarjeta de gasoil profesional funciona de forma similar a una tarjeta de crédito, donde los periodos de facturación pueden coincidir con los periodos de cobro de la empresa, lo que facilita la gestión de los pagos y puede eliminar la necesidad de que los transportistas paguen el combustible, los lubricantes y aceites de su bolsillo o que tengan que llevar dinero en efectivo para ello.
De la misma manera, permiten una gestión centralizada de los gastos de combustible, pudiendo tomar decisiones sobre cada unidad de la flota de una manera más sencilla.
Mejor planificación de la ruta en tiempo y dinero
Cuando se planifica de mejor manera la ruta, se estiman aproximadamente los gastos de combustible derivados de ese trayecto. Por eso, la utilización de un recurso como las tarjetas de descuento de combustible puede ser bastante valiosa porque la planificación se combina con las posibilidades de maximización de la eficiencia, del ahorro de tiempo y de dinero.
Por un lado, porque algunas tarjetas ofrecen bonos y descuentos por consumo o por cantidad de kilómetros asociados, lo que se puede traducir en un aumento de la eficiencia y de ahorro de dinero gracias a una utilización inteligente, pero además, no deja de ser una solución tecnológica que permite que pagar sea más rápido y fácil, favoreciendo a los tiempos de salida y llegada de toda empresa del sector logístico, con los beneficios que tiene eso en general.
Seguridad, kilómetros y eficiencia de cada unidad de la flota
Una de las principales ventajas de las tarjetas para pago de combustible es que permite asociarla a un número de identificación y a una matrícula de vehículo, lo que dicho de otro modo, permite garantizar la seguridad de que el uso de los fondos será estrictamente para colocar combustible a una unidad en específico y por un transportista en particular.
Eso ya garantiza ahorro, tranquilidad y eficacia, pero en cuanto a eficiencia también se gana mucho, porque permite saber en todo momento el consumo por kilómetro de cada unidad de la flota, sabiendo incluso cuándo se deben hacer los mantenimientos preventivos o directamente cuándo no compensa utilizar determinadas unidades para ciertas rutas, por los consumos asociados a la misma.
Ahorrar combustible en una industria como la logística es esencial para maximizar la viabilidad comercial a largo plazo, pero también la rentabilidad y las ganancias del día a día. Una tarjeta para repostar combustible, si bien parece una solución sencilla, puede ser adecuada por los beneficios transversales que aporta a la actividad en sí misma.