Es bien conocido el hecho de que cada país tiene su cultura gastronómica y esta viene marcada por los productos que la tierra da. En el caso de nuestro país, la variedad, la calidad y la innovación están ligadas a una materia prima inmejorable. Así, la ingente variedad gastronómica de la que hace gala el sector de la restauración puede llegar a abrumar a quien esté dispuesto a sentarse a la mesa como comensal.
Exactamente, ¿qué es acudir a un sitio a comer?
Antes de decidirse por un lugar o un estilo de comida, los comensales deberían plantearse qué experiencia quieren tener. No debería tratarse sólo de comer, pues para muchos, el servicio, el entorno y las actividades que rodean a la comida son más que relevantes. Culturalmente, tendemos a la celebración con familiares y amigos de los hechos importantes de la vida y existen zonas por antonomasia para que esta unión se dé. Este es el caso del País Vasco, enclave famoso por su belleza y su gastronomía. Si queremos encontrar algo para comer, podemos ir a un restaurante Sopelana que apueste por una gastronomía auténtica centrada en el tándem ideal carne pescado, así como que cuente con unas instalaciones con un estilo personal y un ambiente idóneo para comer o para tomar una copa al aire libre en buena compañía, que pueda estar situado en un enclave en el que el paisaje adquiera un gran protagonismo, para no sólo alimentar nuestro estómago, sino nuestra vista.
De ruta por el Norte
Pero no solo la tierra vasca viene jalonada por la fama; como es bien sabido, todo el norte está dedicado a la producción agrícola, ganadera y viticultora. Precisamente los vinos de Navarra, son conocidos a nivel nacional e internacional. Su elaboración se remonta a muchos siglos atrás en el tiempo e implica el esfuerzo y el cariño de las personas que lo trabajan, lo cual se nota a la hora de consumir dichos vinos. La gama Sardasol es prueba de ello, con una variedad de vinos frescos, reserva o crianza. Ya sean blancos, rosados o tintos, están pensados para cada ocasión y nos harán tener un conocimiento más profundo de lo que supone degustar un buen vino. Como podemos observar, en el norte puede darse un buen maridaje en todos los sentidos.
Bajando al Sur
Como decíamos anteriormente, la variedad de materias primas es una seña de identidad cultural. Algunos productos requieren más elaboración que otros, más dedicación para que lleguen al consumidor aportando todos sus valores de manera intacta. En el jamón ibérico de bellota se requiere de año y medio para la cría del cochino en las dehesas de la Sierra de Huelva y un mínimo de tres años para un lento proceso de curación del jamón en secaderos naturales, para que los jamones maduren de forma homogénea. De esta forma tradicional y artesanal producen este manjar en Encina de Jabugo, priorizando la calidad y sin prisas, continuando un rito ancestral heredado de los maestros jamoneros de la zona.
Esto implica que se curan en secaderos el tiempo necesario teniendo en cuenta su peso. Únicamente cuando alcanzan su punto óptimo de curación salen al mercado para ser vendidos. Además, previamente tiene lugar el último control de calidad conocido como “la cala” que se usa para detectar posibles defectos del jamón. Por suerte este producto se puede consumir más allá de los restaurantes pues lo envían online desde el corazón del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, donde sus animales consiguen su genuina alimentación a base de las bellotas, frutos de las encinas.
Las posibilidades de consumo en el hogar son infinitas, desde comerlo acompañado simplemente de un buen vino, hasta incluirlo en una cantidad ingente de platos, como los típicos huevos rotos con jamón u otros más innovadores como el risotto.
Existen recetas de lo más variopinto como se puede ver en http://cocinararroz.net una página de lo más completa que trata sobre formas de preparar el arroz, tipos de arroces, características de esta materia prima, información nutricional, consejos y trucos para cocinarlo fácilmente, etc. La parte más interesante es, sin duda, la que dedica a los platos del mundo. En ella recoge recetas típicas de países como, Cuba, o China donde se consume en altas cantidades o como en Venezuela, Perú o Egipto.
Podemos observar que es un alimento popular en todo el mundo. En el caso de nuestro país, tampoco pasa desapercibido pues es la base de la conocidísima paella y también suele emplearse como acompañamiento ya que, además de contener fibra y otras vitaminas del complejo B, Calcio, Hierro y Zinc, tiene el efecto de saciar el hambre por lo suele ser el protagonista en las dietas adelgazantes.