BERLÍN (AFP) – Después de casi 16 años al frente de la economía más grande de Europa, y a menudo apodada la mujer más poderosa del mundo, nadie puede acusar a la canciller alemana Angela Merkel de dar marcha atrás.
Pero Merkel, que se retirará de la política después de las elecciones de septiembre, todavía teme que la gente piense que no ha trabajado lo suficiente, dijo en un foro en línea organizado por la emisora WDR el jueves (20 de mayo).
Cuando se le preguntó sobre qué no le gustaría que se escribiera en los libros de historia, la veterana canciller respondió: “Que soy un vago”.
La Dra. Merkel hizo el comentario con una sonrisa irónica, un guiño a su reputación de ser todo lo contrario.
La canciller de 66 años es famosa por tener una agenda ocupada y una vez dijo que almacena el sueño como un camello almacena agua.
En 2015, su propio diario llegó a los titulares después de que llenó reuniones en Kiev, Moscú, Washington, Ottawa y Minsk, todo en una semana, que culminó con 17 horas de negociaciones sobre un acuerdo de alto el fuego.
Más recientemente, la Dra. Merkel utilizó su conocida táctica de cansar a la gente toda la noche durante las negociaciones del Fondo Europeo de Recuperación y de eliminar el virus con los estrenos estatales de Alemania.
Cuando se le preguntó el año pasado sobre sus planes de jubilación, cuando se esperaba que se lo tomara con calma, la Dra. Merkel dijo: “Todavía no lo he pensado”.
“Seguiré trabajando por ahora y, eventualmente, las cosas encajarán. Soy optimista de que se me ocurrirá algo”.