La nutrición es un aspecto fundamental a tener en cuenta para gozar de bienestar personal y favorecer el correcto desarrollo del cuerpo humano. Además, la alimentación contribuye en gran medida, a disfrutar de una existencia equilibrada, tanto física como mental y emocional. De ahí que procurar una buena dieta, en todas las fases de la vida, sea tan necesaria.
Se dice que uno es lo que come. Esta frase contiene mucha verdad, pues la energía para vivir se consigue a través de los alimentos que se ingieren. Por ello, en función de la calidad de los nutrientes se puede obtener un tipo de rendimiento u otro. Seguir una dieta equilibrada, y personalizada, contribuye a un mejor desarrollo físico y a una mejor gestión de los pensamientos y las emociones.
La alimentación y los deportistas
La alimentación es muy importante en todo ámbito de la vida. Por ejemplo, el culturismo es una modalidad deportiva que en ocasiones requiere de un aporte energético adicional. La tonificación de los músculos se consigue a través de mucho ejercicio y una dieta muy controlada. Para ello, consumir los complementos nutricionales de una tienda de proteinas resulta muy práctico.
Estos deportistas son un colectivo que debe procurarse una buena alimentación. Disponer de las energías necesarias para desarrollar los diferentes tipos de ejercicios, requiere de una ingesta controlada de comestibles altos en valor nutritivo. En especial en épocas de competición, pues las exigencias físicas son superiores y se precisa de un mayor rendimiento.
La alimentación y la infancia
Los cuidados nutricionales deben estar presentes en todas las etapas de la vida, desde el momento en que un bebé nace en adelante, pues contribuirán en gran medida a gozar de una vida plena y satisfactoria, como menciona una nutricionista Madrid. Los primeros seis meses de un recién nacido son claves para absorber la mayor cantidad de nutrientes posibles. Éstos contribuyen al correcto desarrollo de los órganos internos y del físico del pequeño. En esta época, la dieta más recomendable es la lactancia materna.
Cuando el bebé crece y alcanza los seis meses de vida, los padres pueden comenzar a variar la alimentación del mismo. Los últimos estudios indican que pueden incorporarse todo tipo de alimento existente, mientras no corra riesgo el niño de sufrir un atragantamiento. Vigilar las reacciones alérgicas es otro aspecto fundamental, de ahí que sea en esta época, cuando los padres deban estar muy alerta.
La aparición de mocos no debe ser una señal alarmante de reacción alérgica alguna, pues a edades tempranas es fácil que se produzcan contagios debido al débil sistema inmunitario. Por ello, en vez de preocuparse por la alimentación y comenzar a variar la dieta, lo más sencillo es hacer uso de un aspirador nasal y dar los cuidados básicos que requiere un resfriado común.
La alimentación y las enfermedades
La salud y la alimentación van de la mano. Esto es particularmente notorio cuando se padecen enfermedades y trastornos alimenticios. Hoy en día, son muchas las personas que sufren algún tipo de intolerancia, lo cual supone un grave problema para alcanzar el bienestar deseado. Los problemas más comunes son: el rechazo al gluten, a la lactosa y a las productos que contengan huevo.
Los resultados de consumir algún tipo de alimento intolerante son: la mayoría de las veces sufrir malestar e indigestión, y en el peor de los casos padecer reacciones alérgicas que pueden llegar a causar la muerte si no se atienden con prontitud. Estas situaciones generan mucha ansiedad y frustración en las personas que lo soportan, de ahí que a veces se agraven con episodios de desequilibrio mental y emocional. Por ello, acudir a los profesionales que adaptan dietas ajustándose a los perfiles de cada paciente, es la solución para alcanzar un estado de salud óptimo pese a las enfermedades. Se puede obtener información al respecto en el siguiente enlace: https://mariaeugeniabaptista.es/.
La alimentación es un factor clave para el correcto desarrollo de las funciones vitales y para disfrutar de una vida plena y satisfactoria. Una dieta equilibrada contribuye al bienestar personal, regula la mente y las emociones.
No importa en qué etapa de la vida se encuentre una persona, tanto si uno es joven como si es mayor, pues siempre resulta necesario cuidar de la alimentación. Por ello es fundamental recordar que “uno es lo que come”.