BRUSELAS (NYTIMES) – La Unión Europea está ultimando una legislación de emergencia que le otorgará amplios poderes para frenar las exportaciones en las próximas seis semanas de vacunas Covid-19 fabricadas en el bloque, una fuerte escalada en su respuesta a la escasez de suministros domésticos que creó un torbellino político en medio de una tercera ola ascendente en el continente.
El proyecto de ley, que se publicará el miércoles (24 de marzo), ha sido revisado por The New York Times y confirmado por dos funcionarios de la UE involucrados en el proceso de redacción.
Las nuevas reglas harán que sea más difícil para las compañías farmacéuticas que producen vacunas Covid-19 en la UE exportarlas y es probable que dejen de suministrarlas a Gran Bretaña.
La UE ha estado en desacuerdo con AstraZeneca desde que cortó drásticamente su suministro al bloque, citando problemas de producción en enero, y la compañía es el principal objetivo de las nuevas reglas. Pero la legislación, que podría bloquear la exportación de millones de dosis desde los puertos de la UE, también podría afectar a las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna.
Gran Bretaña es, con mucho, el mayor benefactor de las exportaciones de la UE y será el que más perderá con estas reglas, pero también se pueden aplicar para restringir las exportaciones a otros países como Canadá, por ejemplo, el segundo mayor receptor de vacunas fabricadas en la UE. como Israel, que recibe las dosis del bloque, pero está muy avanzado en la campaña de vacunación y, por tanto, es visto como menos necesitado.
«Estamos en la crisis del siglo. Y no descarto nada por ahora, porque tenemos que asegurarnos de que los europeos se vacunen lo antes posible», dijo la Dra. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. en los comentarios de la semana pasada que allanaron el camino para las nuevas reglas.
«La vida humana, las libertades civiles y también la prosperidad de nuestra economía dependen de ello, de la velocidad de la vacunación, del progreso», dijo.
Es poco probable que la legislación afecte a Estados Unidos, que hasta ahora ha recibido menos de un millón de dosis de instalaciones con sede en la UE.