¿Qué son los aceites esenciales?
Los aceites esenciales son productos que se elaboran luego de un proceso que requiere una gran cantidad del elemento base del cual está hecho y por el cual se condensa la esencia de varios elementos de la naturaleza. Por ejemplo, se necesitan 12 kilos de lavanda para producir 100 gramos del aceite esencial de este flor. Casi cualquier elemento, luego del proceso necesario, puede ser convertido en aceite esencial. Flores, frutas y verduras son los elementos que más se utilizan para estos productos.
Si bien hoy en día se conocen muchos aceites esenciales, todavía falta mucho por descubrir y experimentar. Si bien cada aceite esencial tiene características y beneficios únicos, los beneficios generales han demostrado ser:
- Antisépticos y antibacterianos
- Relajantes y calmantes
- Afrodisíacos y estimulantes
- Expectorantes
- Aromatizantes
- Fungicidas
- Analgésicos
Usos
Los aceites esenciales tienen muchos usos que satisfacen necesidades cotidianas. Desde el acné o las espinillas hasta dolores musculares o articulares o época de mucha actividad, estrés y ansiedad, existen aceites esenciales que se especializan en ayudar en el día a día. Solo hay que acudir a una tienda especializada, decir cuál es la necesidad y conocer el más adecuado. Incluso, para facilitar mucho las cosas, hoy en día se puede acceder a información en internet y a sitios especializados en donde comprar aceites esenciales, conocer más usos o aventurarse a crear algunos caseros.
¿Cómo se utilizan?
Básicamente hay tres formas de usar aceites esenciales: ingerirlos, inhalarlos o aplicarlos sobre la piel. Cabe destacar que la inhalación es lo mismo que se conoce como aromaterapia, una práctica muy difundida a lo largo del mundo que consiste en agregar algunas gotas de aceite esencial en agua caliente para luego inhalarlo o también poner algunas gotas en un aparato especial que se conoce como difusor y que sirve para distribuir el aceite esencial en el aire.
Si bien los aceites tienen un alto estándar de seguridad, es importante siempre conocer la forma apropiada de usar cada uno de ellos para evitar cualquier complicación, ya que no todos pueden ser ingeridos, inhalados o pueden ponerse sobre la piel. A modo de precaución general, las mujeres embarazadas, lactantes y los niños deben evitar los aceites esenciales (o por lo menos verificar con un médico si pueden usarlos). También, como regla general, no deben ser aplicados en los ojos o en áreas cercanas. Las tiendas especializadas en aceites esenciales ofrecen la información necesaria y, además, tienen productos de alta calidad, algo muy importante ya que existen productos que no cumplen con los procesos adecuados y pueden tener cierta toxicidad que podría afectar la salud de quien los usa.
¿Cómo se hacen los aceites esenciales?
Hoy en día hay dos métodos para la fabricación de aceites esenciales: destilación y extracción. La destilación consiste en colocar diferentes muestras del elemento en un recipiente especial que, al calentarse, produce un vapor que luego va a ser condensado. Cuando este proceso termina, se obtiene el aceite esencial puro, ya que es el mejor método que existe actualmente.
El segundo método se conoce como extracción y es el más antiguo. En pocas palabras, en este proceso las muestras se prensan al frío. Este método es el preferido para los aceites esenciales cítricos.
El mundo de los aceites esenciales hay que explorarlo. Si bien hoy en día está abierta la puerta de la experimentación y la estandarización, lo mejor que se puede hacer es empezar a utilizarlos responsablemente para lograr descubrir todo lo que aún tienen para nosotros.