El fútbol mexicano siempre tiene una que otra sorpresa guardada bajo la manga. Y claro, con sus torneos cortos y esa bendita liguilla donde todo puede pasar, es experta en dar giros inesperados. Así, varios equipos que nadie veía como favoritos terminaron alzando el trofeo y dejando a más de uno con la boca abierta. Porque en México, las quinielas se rompen tanto como las ilusiones en la liguilla.
De la ceniza al fuego: la epopeya del Necaxa en 1994
A inicios de los noventa, pocos veían al Necaxa como un serio candidato al título. Durante años, el club había estado lejos de los reflectores, opacado por gigantes como América y Chivas. Pero la temporada 1994-95 traería consigo una historia inesperada. El equipo dirigido por Manuel Lapuente fue construyendo una campaña sólida, basada en una defensa férrea y un ataque eficaz. Necaxa no deslumbraba con espectáculo, pero sí con resultados.
Llegar a la liguilla no era del todo sorprendente, pero lo que ocurrió después sí lo fue. Contra equipos más mediáticos y con mayor poderío en sus planteles, los Rayos avanzaron paso a paso hasta llegar a la final, donde se toparon con un Cruz Azul que también venía de una temporada notable. En un duelo que muchos pensaban sería dominado por la Máquina, Necaxa demostró que el fútbol no siempre sigue la lógica. Levantar el trofeo fue un verdadero golpe en la mesa para un equipo que, hasta ese momento, no había sido tomado en cuenta entre los grandes.
El impacto de ese título fue inmediato. Necaxa pasó de ser un equipo de relleno a uno de los grandes contendientes del fútbol mexicano. El título del 94-95 fue el primero de una seguidilla de éxitos que marcaría a los Rayos como uno de los equipos más fuertes de la década, con un estilo de juego que hizo historia en la Liga MX.
Pachuca 1999: el recién ascendido que rompió esquemas
Pachuca subió a la Primera División en 1998, y en menos de un año, ya estaba escribiendo una de las páginas más sorprendentes del fútbol mexicano. Los Tuzos, que no eran ni por asomo considerados entre los favoritos para llegar a la final, hicieron un camino lleno de perseverancia y trabajo en equipo durante el Invierno de 1999. En ese momento, recién ascendidos, cualquier posición de media tabla ya habría sido un logro para ellos.
Pero Pachuca desafió todos los pronósticos. Se metieron a la liguilla de manera discreta, sin grandes figuras, pero con un equipo bien armado que sorprendía en cada fase eliminatoria. El destino los puso frente a Cruz Azul en la final, un equipo acostumbrado a las grandes citas. El partido fue reñido, y en tiempo extra, los Tuzos marcaron el gol que sellaría su primer campeonato de la Primera División.
Este triunfo no solo fue una sorpresa monumental, sino que cambió por completo la historia de Pachuca. De ser un club de bajo perfil, el título les dio la confianza y el impulso necesario para convertirse en uno de los equipos más importantes de las décadas siguientes. No fue solo un golpe de suerte, fue el inicio de una era exitosa para los Tuzos.
León 2013: rugieron con fuerza, y nadie los vio venir
El regreso de León a la Primera División en 2012 generaba algunas expectativas, pero pocos habrían imaginado que, apenas un año después, los esmeraldas estarían peleando por un título. Y mucho menos que en 2014 serían bicampeones. Lo que comenzó como un sueño de retorno terminó siendo una auténtica racha de éxitos. Bajo la dirección de Gustavo Matosas, León no solo ganó el Apertura 2013, sino que también hizo historia al convertirse en el primer equipo bicampeón en la Liga MX desde que se adoptaron los torneos cortos.
Lo que más impactó no fue solo el título, sino la forma en que lo consiguieron. En la final del Apertura 2013, León enfrentó a un América en plena forma, que llegaba como favorito. Sin embargo, con un juego vistoso y dinámico, León aplastó las expectativas. Ese título, y el que siguió en 2014, catapultaron a León de nuevo a la élite del fútbol mexicano, devolviéndole el estatus de equipo grande.
Santos Laguna 2015: el octavo lugar que lo ganó todo
Santos Laguna apenas logró colarse a la liguilla en el Clausura 2015. Clasificado en el octavo lugar, la expectativa sobre los Guerreros era mínima. Para muchos, solo serían un equipo más en la fiesta grande, sin aspiraciones reales de avanzar. Pero una vez que comenzó la liguilla, Santos mostró su mejor versión. Uno a uno, los equipos más fuertes fueron cayendo a su paso.
La final contra Tigres, uno de los favoritos del torneo, parecía tener un desenlace claro. Sin embargo, Santos dio la campanada con un 5-3 global que sorprendió a propios y extraños. Este título no solo fue inesperado por la posición en la que Santos clasificó, sino que también reafirmó la capacidad del club para competir en los momentos más importantes. En la historia de la Liga MX, pocos campeonatos han sido tan sorpresivos como el de Santos en 2015.
Atlas 2021: el fin de una maldición de 70 años
Atlas, un club históricamente querido pero condenado a la frustración, rompió su maldición en 2021. Después de 70 años sin ganar un título, los rojinegros finalmente se coronaron campeones, y lo hicieron en un torneo donde muy pocos los veían llegar tan lejos. Con Diego Cocca al mando, Atlas construyó un equipo sólido, compacto y con una defensa impenetrable.
Lo más impactante de este título no fue solo el hecho de romper la sequía más larga en la historia del fútbol mexicano, sino el significado emocional que tuvo para la afición. El grito de “campeón” resonó con una fuerza inigualable en las calles de Guadalajara, y Atlas pasó de ser un club sufridor a héroe nacional en un abrir y cerrar de ojos. Este campeonato no solo terminó con una maldición, sino que también redefinió el lugar del Atlas en el fútbol mexicano.