Actualmente, diferentes industrias productoras de alimentos usan edulcorantes en vez de azúcar, pero estas igualmente causan daños en el organismo, la mayoría de estos productos son consumidos por niños. Una investigación en el 2020 donde participaron 250 niños chilenos con edades de 6 y 12 años dedujo que todos consumieron un producto con edulcorante durante el mes anterior. El mayor consumo procedía especialmente de las bebidas.
Igualmente en Argentina se ha reportado un alto consumo de estos alimentos entre niños, inclusive preescolares. Una investigación en el 2018 que estudió a 2.664 niños de la ciudad de Buenos Aires dio a conocer que más de la mitad han comido edulcorantes regularmente, en jugos en polvo, aguas saborizadas y gaseosas.
Igualmente, hay demostraciones que el uso diario de estos edulcorantes y durante el embarazo ha incrementado ampliamente, y que en la actualidad 30% de las mujeres embarazadas lo comen.
La OMS dio a conocer las evidencias sobre los impactos para el organismo por el consumo de edulcorantes en mujeres embarazadas y niños, es limitada y de calidad moderada. Aunque advierte que en los adultos el riesgo es padecer diabetes tipo 2 y problemas cardiovasculares.
La investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública, Alejandra Contreras, en México, explica que “no hace falta pruebas al 100% para tomar decisiones que adviertan posibles inconvenientes de salud”. En los edulcorantes, se dio a conocer que la evidencia encontrada es más que suficiente para regular”
Regulación dudosa
Uno de los puntos más importantes es regular, es la manera engañosa en la que se suelen mostrar los edulcorantes dentro del mercado de América Latina.
En Perú, por ejemplo, el gobierno dio a conocer en el 2022 que diferentes marcas de edulcorantes no se encuentran en la tabla nutricional y que existen edulcorantes que advierten contener cero azúcares en sus rótulas, pese a que exponen en sus ingredientes como dextrosa y maltodextrina las cuales pueden aumentar los niveles de glucosa en la sangre.
Igualmente, notaron que hay etiquetas con mensajes que incitan su consumo, por ejemplo “permitido para niños, diabéticos y embarazadas”. “Esto lograría influir en la decisión de los consumidores, por lo que es preciso estar atentos a su realidad”
Otro inconveniente tiene que ver con la composición de edulcorantes que tampoco son informadas. Lo que se ha estudiado en los productos es que disponen más de 4 edulcorantes. Colocan hasta 9 edulcorantes en un solo producto para poseer ese nivel de dulzura. Sin embargo, no sobrepase la cantidad máxima del edulcorante.