Una de las grandes superpotencias del mundo es Rusia, por la gestión estratégica que sus gobernantes han hecho de sus recursos naturales, principalmente del gas y el petróleo. Gracias a las acertadas estrategias de mercado, y al poderío económico generado por esos dos recursos, la Federación Rusa se ha posicionado muy bien a nivel mundial, convirtiéndose en referencia obligada de todos.
Los recursos naturales, bien administrados, pueden convertir un país en una gran potencia, tal como ha sucedido con Rusia, que con gas y petróleo, es hoy en día una de las mayores fuerzas económicas mundiales, pese a los problemas que puedan estar atravesando con sus naciones vecinas.
Rusia es un país transcontinental, bendecido con grandes reservas de recursos naturales, que sus gobernantes han sabido utilizar muy bien en función de sus intereses geopolíticos. Al ser un país europeo, con una parte también en Asia y con frontera con China, tiene una posición geográfica estratégica, que le permite comercializar y distribuir sus productos a gran parte de esos continentes.
Pero no solo son Asia y Europa, es prácticamente todo el mundo donde llevan su petróleo y su gas. De los cinco millones de barriles de petróleo que exportan diariamente, más de la mitad va directamente a Europa.
Hasta los Estados Unidos de América, hasta hace poco, le compraba petróleo a Rusia, dentro de una firme alianza comercial en la que ambas partes se beneficiaban: Rusia obteniendo recursos por la venta de sus recursos y EE. UU. satisfaciendo su alta necesidad de energía.
En cuanto al gas, Rusia es el principal proveedor para la Unión Europea, con lo cual ha dejado sentir su poder e influencia con tratados diplomáticos y políticos que se centran, precisamente, en su seguro abastecimiento de gas. Es tal su dominio, que la Federación Rusa se ha dado el gusto de eliminar el suministro de gas o petróleo a países que se alejan de sus intereses políticos.
Economía estratégica de la energía
Desde el siglo XX, el petróleo ha sido el principal motor económico del mundo, por lo cual tiene un carácter estratégico preponderante. Esta condición ha hecho que los países que dominan su producción y suministro, tengan mayor dominio sobre el resto de las naciones.
Tanto el petróleo como el gas, son los principales recursos energéticos del mundo. De acuerdo con British Petroleum (BP), el actual consumo de petróleo es de aproximadamente un 35,8%; y el de gas, un 23,7%. Recursos que Rusia tiene la bendición de disponer para crecer económicamente.
En toda su división territorial, Rusia tiene amplias reservas de petróleo para satisfacer su consumo interno y seguir exportando los 5 millones de barriles diarios que envía a los países que abastece.
Es una gran reserva de energía que mueve la economía mundial, en niveles que son bastante significativos. Es tal la influencia que tienen el gas y el petróleo rusos, que la actual situación de conflicto ha hecho que los precios del combustible fósil se disparen en el resto del mundo, debido a la falta de suministro de Rusia.
Todo se mueve en torno a estos dos grandes recursos y a los efectos que generan en la geopolítica mundial, por eso, cada país, de una u otra forma, se alía con otros que puedan garantizar un suministro constante y seguro de energía. Rusia es una de las grandes potencias en estas áreas, y por eso, su gran dominio en la economía del planeta.
Es un país desarrollado, con grandes ventajas en distintos campos: energía, finanzas y hasta en turismo, donde tiene una importante capacidad, con una interesante propuesta para todos los gustos. Todo esto ha convertido a este país en una gran potencia mundial.
No hay duda de la influencia que tiene Rusia en el mundo, algo que cada vez se acentúa más. Y pese a las coyunturas económicas y sociales que hoy en día pueda atravesar, se mantiene entre las naciones energéticas más importantes del planeta.