Un sondeo reciente sobre los hábitos nutricionales y estilos de vida de las familias, que auspició una reconocida marca de alimentos, arrojó que más de 1.240 millones de kilos de alimentos son tirados a la basura anualmente, aunque al entrevistar a la población, un altísimo 90% aseguró que ha desperdiciado muy poco o nada.
Las verduras, las frutas y el pan se encuentran entre los alimentos que van a parar a los contenedores de basura y es preocupante que un 25% de estos alimentos perecederos sean desperdiciados.
Una alternativa ideal para no desperdiciar alimentos
El hambre que azota a algunos países ha despertado la conciencia social acerca de conservar alimentos y evitar que las sobras y muchos ingredientes frescos vayan a parar a la basura, porque su mal estado de conservación no permite su ingesta.
El desarrollo tecnológico con sus nuevos dispositivos plantea una alternativa ideal para no desperdiciar alimentos: las envasadoras de alimentos al vacío. Son la opción perfecta que se posiciona para evitar que esto no siga sucediendo.
¿Cuáles son las razones que provocan esta situación?
Hay situaciones y aspectos en las cocinas de los hogares que provocan esta situación y es importante destacarlos para intentar evitar el despilfarro en la mayor medida que sea posible:
- Mala planificación de las raciones: exagerar en las cantidades que se adquieren según la lista de compras trae como consecuencia la acumulación de alimentos que no se consumen, que terminan deteriorados y desechados.
- Acumular comidas cocinadas: las raciones diarias o semanales deben ser pensadas en función del número de integrantes del grupo familiar. De esta manera se prepara la cantidad necesaria para cada comida.
- Acumular más alimentos de los necesarios: la actitud consumista de los tiempos que corren ha acostumbrado a muchos a comprar y acumular alimentos en exceso, que muchas veces no se consumen antes que se deterioren al pasar su fecha de caducidad.
Las ventajas de conservar los alimentos al vacío
Al envasar los alimentos al vacío se elimina todo el aire y como consecuencia el oxígeno, lo que supone su ventaja primordial, porque los microorganismos como bacterias y moho no tienen el medio donde subsistir y desarrollarse.
Al optar por esta forma de almacenamiento se mantienen el refrigerador y la despensa en condiciones óptimas en cuanto orden e higiene, al tiempo que se obtiene una mayor practicidad del espacio al poder visualizar el contenido sin tener que destapar o desenvolver los alimentos, como sucede cuando se utilizan otros materiales como envases de plástico o papel aluminio, por ejemplo.
Versatilidad en cuanto a su estado, porque permite el estado ideal de conservación de toda clase de alimentos: cocinados, crudos, sólidos, líquidos, en lonchas, porciones y todo tipo de presentaciones.
Congelar durante mucho tiempo, permite que los alimentos se encuentren a la disposición de uso, ya que no sufren cambios ni pierden peso. Normalmente el vacío que producen no permite la aparición de la escarcha ni del hielo y se elimina el riesgo de la deshidratación y la pérdida de muchos de sus nutrientes.
Al estar comprimidos y sin aire, es posible almacenar más comida utilizando menos espacio.
Estudios e investigaciones recomiendan esta técnica
Según el estudio de mercado de la consultora IPSOS, en el que fueron realizadas mil entrevistas online a un universo de individuos de los 16 a los 65 años, aseveran y reconocen que más de un 25 % de los alimentos que tenían almacenados en casa ha terminado en la basura. Las opiniones como estas hacen reflexionar y comprueban que esa cantidad de alimento desperdiciado puede minimizarse al utilizar este procedimiento de envasado.
Buenas intenciones sin hechos concretos
El conocido promotor de hábitos de salud Rafael Casas, afirma que un 39 % de los usuarios, tiene la intención de detener esta situación y hacer algo positivo, pero esa voluntad de colaboración no se define en hechos concretos que eviten que siga sucediendo.
Otros sondeos arrojan resultados de opiniones en los que siete de cada diez ciudadanos están convencidos de que se debe evitar y sacar partido a las sobras de alimentos.
Los tipos de envasadoras más usuales
Lo recomendable en estos casos, amén de moderar las cantidades en las compras periódicas, es tener la disciplina de envasar adecuadamente los alimentos para su conservación en casa. Existe una variedad de equipos que pueden ayudar en esta tarea:
- Envasadoras baratas.
- Máquinas domésticas para envasar.
- Envasadoras semiprofesionales.
- Profesionales para envasar alimentos secos o húmedos.
Algunas marcas reconocidas en el mercado
El mercado de envasadoras al vacío ofrece muchas opciones en marcas reconocidas por sus prestaciones, de varios precios y funcionalidades según el tipo de dispositivo, que varía sobre todo en su uso: si es de uso doméstico o de uso profesional para la cocina de un restaurante o de hoteles que necesitan tener grandes cantidades de alimentos en perfecto estado.
Entre algunas de las marcas más destacadas se encuentran: Lacor, Foodsaver, Garhe y Jata.
Una marca reconocida entre los ibéricos
Una marca que ostenta más de 60 años proveyendo de excelentes dispositivos para envasar es Lacor. Su ADN español la ha posicionado como la mejor proveedora de grandes cocinas y hoteles 5 estrellas de prestigio, a la vez que satisface los requerimientos de amas de casa y emprendedores que comienzan en el oficio de los fogones y la gastronomía.
¿Qué aspectos se deben tener en cuenta antes de comprar?
- La potencia de la bomba: es el indicador del tiempo que se tarde el dispositivo en hacer el vacío.
- El tipo de bolsa: algunos modelos permiten el uso de los dos tipos y las individuales son más caras, pero más fáciles de usar.
- La marca: se recomienda escoger una marca reconocida según los requerimientos y el tipo de uso, comercial o doméstico, porque es determinante a la hora de concretar la selección.
- Accesorios complementarios: algunas incluyen envases tipo tupper con las que se logra el vacío con una cánula especial. También las bolsas de rollo suelen incluir un cúter.
- Una comparativa suele ser de gran ayuda a la hora de seleccionar la máquina de envasar, porque ayuda a satisfacer la relación calidad – precio.