Bien sea un sitio de trabajo o en el hogar, en un espacio de recreación o durante la ejecución de cualquier otro tipo de actividad en ambientes artificiales, el estar confortables resulta fundamental para el hombre. Uno de los factores que más incide para lograrlo es la temperatura.
Se ha comprobado a través de diferentes estudios que el climatizador evaporativo influye en el comportamiento humano. En ese sentido, la sensación de calor que se puede llegar a sentir bajo ciertas condiciones asociadas a altas temperaturas podría afectar al humor, así como al rendimiento en el momento de ejecutar determinadas acciones.
Es comprensible entonces, la gran importancia que tiene la industria de la climatización en la actualidad, la cual ha logrado, cada vez con una mayor variedad de alternativas, desarrollar e implementar grandes proyectos de acondicionamiento para zonas públicas, comerciales, residenciales o industriales, así como innovar en la fabricación de equipos que permitan lograr dicho objetivo.
Antecesores: ventilador vs aire acondicionado
Sin dejar de lado todos los artilugios de los que se tiene conocimiento de las culturas más antiguas de Europa, Asia y África, uno de los más conocidos dispositivos de climatización es el ventilador. Su antecesor más cercano, tal como se conoce hoy día, fue sacado al mercado en 1886 y atribuido al estadounidense Schuyler Skaats Wheeler, comercializado por su empresa Crocker & Wheeler, instalada en Nueva York.
La evolución del mismo dio lugar al aire acondicionado, presentado por primera vez en la misma ciudad estadounidense, en el año 1922 por Willis Carrier.
Aunque el ventilador sigue siendo adquirido para generar ambientes frescos, su básico sistema de movimiento de aspas, por la fuerza generada gracias a un motor, no garantiza nada más allá de una corriente de aire, que además permanece a la misma temperatura que el ambiente.
Por otro lado, el aire acondicionado cambió esta percepción, ya que evapora mejor los fluidos corporales al renovar continuamente el aire en contacto con la piel, cambiándolo por aire más seco, pero que en ambientes con una combinación de altas temperaturas y grados de humedad, resulta ineficaz.
Alternativa amigable con el medioambiente
Colocado en una posición intermedia, que recoge las mejores bondades de ambos aparatos, pero que además da una respuesta a la necesidad de aprovechar y dar mayor rendimiento a las fuentes de energía, está el climatizador evaporativo.
Eficiencia y mínimo coste son sus grandes factores definitorios. No sólo garantiza ambientes confortables, sino que además utiliza una menor proporción de energía, unas cinco veces menos, ni requiere de la combinación de diferentes elementos como condensadores, compresor, entre otros, como sí lo hacen los aires acondicionados.
El también calificado como híbrido, posee un diseño industrial que provoca el paso de aire del ambiente donde se encuentre a su interior, donde lo humidifica por medio de unos filtros que absorben agua y lo transforma en aire frío, devuelto luego de forma continua al mismo entorno, por medio de un ventilador.
A la lista de beneficios se suma que no requiere de grandes instalaciones que comprometan la arquitectura de las edificaciones, le basta con una conexión eléctrica. La liberación de partículas de polvo y la disolución de los olores existentes en las estancias, se añaden a su función de refrescamiento de espacios, ofreciendo una gran sensación de bienestar.
Elección adaptada a las necesidades
Resulta fundamental tener en cuenta a la hora de adquirir un climatizador evaporativo, las dimensiones del ambiente donde será instalado, lo que determinará la potencia del producto a elegir.
Una mayor potencia redundará en un mayor rendimiento, pero también en un mayor consumo energético, por lo que si el sitio de instalación es de pequeñas dimensiones, una decisión acertada será escoger uno de menor potencia.
Este factor, la extensión del espacio a impactar versus la potencia a utilizar, dará lugar a otras variantes como precios, dimensiones, peso, ruido y caudal.