MOSCÚ (La tarde) – Los presidentes de Rusia y Turquía el miércoles (29 de septiembre) discutieron cómo contener la violencia renovada en el noroeste de Siria y la posible expansión de las ventas de sistemas de defensa militar de Moscú a Ankara, a pesar de las objeciones de Estados Unidos.
Las conversaciones tuvieron lugar en el balneario ruso de Sochi, en el Mar Negro, y el Kremlin dijo que el presidente Vladimir Putin estaba poniendo fin a un período de autoaislamiento relacionado con el coronavirus al reunirse con el presidente turco Tayyip Erdogan.
Ninguno de los líderes hizo declaraciones detalladas a los medios después de las conversaciones, aunque Putin agradeció a Erdogan por la visita, que consideró útil y sustantiva.
Los funcionarios turcos dijeron antes de la reunión que Erdogan presionaría a Putin para que regresara al alto el fuego acordado el año pasado para poner fin a un ataque del ejército ruso y sirio contra los combatientes respaldados por Turquía en la región siria de Idlib.
“Los pasos que estamos dando juntos en relación con Siria son de gran importancia. La paz allí depende de los lazos entre Turquía y Rusia”, dijo Erdogan a Putin al comienzo de las negociaciones.
Putin hizo solo una referencia pasajera a Siria en sus comentarios de apertura, diciendo que era una de las áreas en las que los dos países cooperaron con bastante éxito.
El líder ruso dijo que las negociaciones con Turquía eran a veces difíciles, pero los dos países habían aprendido a encontrar compromisos mutuamente beneficiosos.
Una posible compra turca de más baterías rusas de defensa antimisiles S-400 también estaba en la agenda, algo que Washington ha dejado en claro que se opone con vehemencia.
En una aparente referencia a los estadounidenses, Erdogan le dijo a Putin que quería discutir una mayor cooperación en defensa independientemente de las objeciones de Estados Unidos.
“En la AGNU (Asamblea General de la ONU), la gente típica nos preguntó especialmente sobre ciertos temas, por supuesto”, dijo Erdogan a Putin.
“En cualquier caso, les dimos la respuesta que necesitaban. No es posible que retrocedamos sobre los pasos que tomamos. Creo especialmente en esto: es de gran importancia para nosotros seguir fortaleciendo los lazos entre Turquía y Rusia”. cotidiano.”
Turquía, miembro de la OTAN, compró baterías de defensa antimisiles S-400 rusas en 2019, lo que provocó sanciones de Estados Unidos contra sus industrias de defensa y advertencias de Washington de nuevas acciones si compraba más equipos rusos.
Erdogan indicó la semana pasada que Turquía todavía tenía la intención de adquirir un segundo lote de S-400, diciendo que ningún país podría dictar las acciones de Ankara.