De acuerdo con un informe del Estudio Nutricional de la Población Española, el 53,3% de los españoles tiene obesidad o sobrepeso, por esta razón, en los últimos años ha aumentado el uso de diferentes métodos para bajar de peso, siendo el balón intragástrico uno de los más utilizados.
La creciente demanda del balón intragástrico se debe a que es un método mínimamente invasivo, indoloro y no necesita anestesia en la mayoría de los casos. Además, este tratamiento médico es de corta duración, ya que comprende un período de seis meses a un año, y puede realizarse en centros de salud especializados como ClÃnicas Zurich, quienes cuentan con un equipo de profesionales altamente cualificados.
Balón intragástrico: una técnica innovadora
El método del balón intragástrico consiste en introducir un balón de silicona suave, lleno de solución salina, en el estómago. El procedimiento se realiza a través de una endoscopia, no obstante, en muchas ocasiones no es necesario aplicar anestesia al paciente, lo que permite al mismo salir de la clínica caminando unos minutos después de la intervención.
La función de este tratamiento es limitar la capacidad estomacal del paciente para que sienta menos hambre y cambie sus hábitos alimenticios. Sin embargo, este procedimiento de pérdida de peso requiere compromiso y disciplina para adoptar un estilo de vida más saludable. Solo con la adopción de hábitos alimenticios más saludables, las personas podrán ver realmente los resultados de la operación.
¿Quiénes pueden acceder a un balón intragástrico?
El balón intragástrico está dirigido a personas que deseen perder más de 12 kilogramos y cuyo índice corporal esté entre 30 y 40. Asimismo, este tratamiento es empleado en pacientes con enfermedades cardíacas, respiratorias o metabólicas.
Es un método que se recomienda a las personas que no han podido bajar de peso al hacer diferentes dietas y ejercicios, o bien, para aquellas que bajan de peso, pero lo recuperan rápidamente.
¿Cuáles son los riesgos del balón intragástrico?
Generalmente, el paciente con balón intragástrico puede presentar náuseas y dolor estomacal después de la inserción del tratamiento. No obstante, estos síntomas solo duran algunos días y se pueden controlar con medicamentos sencillos, ya que es poco común que se presenten efectos secundarios de gravedad.
Algunos de los riesgos graves registrados en muy pocos pacientes pueden ser la deflación del balón, inflación excesiva, úlceras o daño en las paredes del estómago. Por ello, se recomienda que la persona lleve una vida saludable, esté en constante consulta con su médico y notifique cualquier anomalía.
Resultados del balón intragástrico
Un balón intragástrico tiene la capacidad de ralentizar el tiempo en el que el estómago se vacía y altera los niveles de las hormonas que controlan el apetito, por lo tanto, este tratamiento se encarga de disminuir el apetito del paciente.
En este sentido, una persona al final de este tratamiento puede perder hasta un 48% de su masa corporal si lleva una vida saludable, con una dieta baja en grasa y ejercicios regulares.
Precio del balón intragástrico
El balón intragástrico es uno de los tratamientos para bajar de peso más económicos en el mercado nacional, debido a que es un proceso que no necesita cirugía. Su precio oscila entre 3.900 y 4.800 euros, de acuerdo con la durabilidad del tratamiento, es decir, si es por 6 meses o un año.
En definitiva, el balón intragástrico es una excelente oportunidad para las personas que deciden cambiar su estilo de vida y mejorar su salud. Se trata de un tratamiento seguro, sencillo y prácticamente indoloro, que garantiza un 40% menos de grasa. Además, es uno de los procedimientos más asequibles del mercado, porque no requiere una intervención quirúrgica.