¿Qué es el coaching?
Para hacer más fácil la comprensión de la labor que ejecuta un coach en Madrid tenemos que indicar que su función pasa por poner en marcha una serie de técnicas encaminadas a motivar a las personas que componen un equipo para que su labor sea lo más eficaz posible.
En este sentido, cabe destacar que un coach no recomienda nada en concreto ni presta asesoramiento acerca de ningún tema, aunque desde luego suelen estar muy capacitados para ello. Del mismo modo, el profesional que ejerce el coaching empresarial tampoco tiene como misión ejercer de psicólogo con sus clientes, ni trata de modificar sus comportamientos.
Muy al contrario, la función de un coach es la de generar preguntas al cliente para que sea éste el que las responda y, de esta forma, determine cuáles son las soluciones a los problemas que le afectan.
Para ello, el coach ejerce la escucha activa y ayuda a sus clientes para encontrar sus propias medidas con el fin de poner solución a los problemas antes mencionados, de forma que su trabajo comienza por establecer un objetivo y continúa por establecer, junto a su cliente, un plan de acción que lo lleve a conseguirlo.
¿Cómo puede ayudarte a mejorar tus dotes de liderazgo empresarial?
De lo que ya hemos comentado, se puede extraer la conclusión de que una de las funciones del coaching, quizás la más importante, es la de ayudar a sus clientes a conocerse mucho mejor interiormente, de forma que sea más fácil obtener respuestas a las preguntas que le afligen.
En el ámbito empresarial, esta ayuda podría ser fundamental a la hora de mejorar de forma manifiesta la dirección de equipos, dado que una identificación satisfactoria de los problemas lleva implícita una forma mucho más eficaz de solventarlos.
Del mismo modo, el coach puede tener la utilidad de generar un nuevo modelo de liderazgo empresarial, el denominado liderazgo líquido. Este tipo de liderazgo, cabe decirlo, se basa en la confianza de quien lo ejerce con todos sus colaboradores, de forma que no hay absolutamente ningún secreto en la gestión que ejerce y todos son depositarios de su confianza más absoluta.
Obviamente, para llegar hasta ese punto, la persona que ejerce el liderazgo ha tenido que pasar por un proceso interior en el que la escucha empática de su coach ha jugado un papel de vital importancia, hasta el punto de que esa misma escucha empática es puesta en marcha por el propio jefe a la hora de gestionar su equipo.
Además, la escucha empática que practican y transmiten los profesionales del coaching sirve para generar en el equipo unos vínculos emocionales que lo hacen más fuerte, de forma que su eficacia a la hora de conseguir los objetivos se ve mejorada de forma exponencial.
Por otra parte, conviene indicar que el profesional del coaching tiene como objetivo fundamental generar autoconfianza en quien contrata sus servicios, dado que no hay nada mejor que obtener respuestas por uno mismo para conseguirlo. Ni que decir tiene que ese aumento de la autoconfianza supone una mejora en el ejercicio del liderazgo en la medida de que, más que otra cosa, quien lo ejerce se muestra hacia el exterior como una persona segura y capaz de conseguir sus objetivos, lo que al mismo tiempo supone que quienes están a su cargo, verán en esa persona un guía de total confianza.
Así, no podemos más que concluir que el coaching es una de las mejores formas para conseguir mejorar el funcionamiento interno de cualquier empresa y que, desde luego, constituye una oportunidad para que éstas se adapten de forma satisfactoria a la realidad que se ha abierto tras la crisis del COVID-19, así que ¿por qué no recurrir a un coach justo en este momento?