Llega el verano y con ello, las prisas por obtener un cuerpo 10 que lucir en playas y piscinas. En efecto, los meses estivales han llegado a nuestra vida y muchas personas no han llegado a la operación bikini. Las redes sociales hacen mella en nosotros a la hora de realizar comparaciones, puesto que observamos cómo los influencers poseen cuerpos esculturales y tonificados. Independientemente de ello, lo más importante es estar bien consigo mismo, por lo que basta con fijarse un objetivo a tener en cuenta y trabajar en ello sin obsesionarse. Las personas que han estudiado un grado superior de dietética conocen distintos caminos para conseguir el cuerpo deseado y una de ellas es el déficit calórico. En este artículo explicamos en qué consiste.
Entender nuestro cuerpo será fundamental para perder los kilos que deseamos
Cuando hablamos de pérdida de esos kilitos de más, la primera palabra que nos viene a la mente es la de dieta. Dentro de ella, encontramos una gran variedad de todas ellas y puede llegar a ser agotador a nivel mental. Más allá de todo lo que concierne a las dietas, lo más importante para perder peso se ha demostrado que se basa en entender nuestro cuerpo y lo mejor, es crear un déficit calórico.
Este concepto se centra en la escasez de calorías para mantener un peso equilibrado. Podría definirse también como el hecho de gastar un mayor número de calorías de las que ingerimos para así no ganar kilos y perder peso de manera saludable y progresiva.
Evidentemente, necesitamos calorías para que nuestro cuerpo gane la energía necesaria. Alimentarnos y beber la cantidad recomendada es fundamental, pero debemos saber que si ingerimos más de lo que necesitamos, se acumulará a modo de grasa. Establecer un déficit calórico es útil si conocemos en primer lugar cuáles son las calorías que requiere nuestro cuerpo. Al quemarlas, debemos tener en cuenta tres aspectos: por un lado, el metabolismo basal, las calorías que emplea el organismo para metabolizar la comida y el ejercicio que realizamos.
Lo más adecuado es hacer deporte para lograr un déficit calórico, puesto que nos ayuda a aumentar la tasa metabólica. Por otro lado, debemos ingerir menor cantidad de calorías de las que vayamos a quemar diariamente para seguir en déficit. Aunque cueste, evitaremos los sabrosos helados industriales, la bollería o las bolsas de snacks. Carecen de nutrientes y aportan una inmensa cantidad de calorías.
A la hora de poner en práctica la teoría, es importante que se realice bajo la supervisión de una persona experta. Se trata de un cambio que debe hacerse progresivamente en nuestra alimentación y hábitos. Todo ello, puede causar diferentes dolencias como mareos, fatigas o debilitamiento del sistema inmune y conviene que un experto nos dé las pautas para evitar que aparezcan. Igualmente, no deberemos obsesionarnos con la pérdida de peso; Cada persona debe aceptarse como es y preocuparse únicamente por mantenerse saludable. De esta manera, no nos focalizaremos en los cuerpos esculpidos que tienen las personas en redes sociales, nos basaremos en disfrutar del verano estando saludables.