Todos desean tener un auto en algún momento, pero, para lograrlo, es importante conocer sus partes y funcionamiento. Una llanta es una pieza básica para la movilización de este, conocerla y descubrir los diferentes tipos y sus usos, es algo bastante prudente. En el mercado hay mucho material de donde escoger, aprende qué se adapta a tus necesidades.
Modelos como las llantas de aluminio pueden ser livianas y darte cierta habilidad para manejar en condiciones específicas. De modo contrario, las de acero son superresistentes, pero más pesadas, esto y mucho más debes conocer antes de escoger. Te invitamos a seguir leyendo este artículo para nutrirte un poco más sobre este tema.
¿Entonces, que es una llanta?
Siendo quizá, una de las piezas fundamentales en la creación de los automóviles, la llanta no es más que un aro de material metálico; su función básica es de sostener los neumáticos y ayudar a conducir el vehículo, permitiendo, además, el contacto con el asfalto. Existen diferentes aleaciones para construir esta pieza, pero el acero y el aluminio son algunos de los más utilizados por sus características, precios y calidad.
Con el pasar de los años se han desarrollado diferentes tamaños, se conocen como perfiles, determinados en letras para facilitar la elección. Según el tipo de vehículo y el uso que pretendas darle podrás conseguir el tipo de neumáticos adecuado.
¿Cuáles son los tipos disponibles en el mercado automotor?
Habiendo cientos de marcas disponibles, como las llantas AVUS, la posibilidad de dar con un modelo adecuado a tu gusto no es complicado. Asimismo, no solo es importante la marca, sino también el material con el que está hecha la llanta, siendo el principal factor para diferenciarlas. Te contaremos un poco más sobre las características, lo que les hace destacar y aquello que no tanto.
Acero
Maleable y con la posibilidad de lograr una estética excelente, este material es uno de los más utilizados en autos de gama baja. La increíble capacidad de cargar mucho peso y ser fáciles de reparar, las convierte en una opción barata y muy segura. De modo contrario, algunas personas evitan este material por el peso que agregan al auto y lo fácil que pueden ensuciarse.
Aleación
Mezclando las características de dos de los materiales más comunes, las llantas de aleación son de aluminio y magnesio. Hay muchas marcas de coches de alta gama que escogen esta opción para sus autos, pero también puede encontrarse en la gama media. Sin duda alguna, el hecho de mejorar la conducción gracias a su ligereza, les hace destacar. No obstante, tienen riesgo de corrosión y un costo bastante elevado.
Aluminio
Ampliamente escogido para los neumáticos personalizados, este material destaca por brindar un equilibrio inigualable y la capacidad de descentralizar el calor. Mientras tanto, los opositores alegan que el riesgo de daños y grietas es considerablemente elevado.
Fibra de carbono
Innegablemente, una llanta de fibra de carbono es una maravilla, este material otorga un peso mínimo y una máxima dureza que soporta muy bien el peso. Resulta lógico que mejoren la tracción y el proceso de amortiguación. Pero no todo es tan bueno, pues destacan entre los neumáticos más costosos por su fabricación.
Magnesio
Empleado mayoritariamente en las competencias, los neumáticos de magnesio cuentan con una resistencia bastante alta. Adicionalmente, son capaces de reducir el peso del auto sin aumentar el riesgo de accidentes y eliminar el riesgo de daño por calor. Al otro extremo se encuentran los inconvenientes, como el alto costo de adquisición y mantenimiento.
¿Dudas sobre cuál es el tipo adecuado para tu auto?
Probablemente en este punto estés deseando tener unas llantas del mejor material, pero no todas se adaptan. Lo ideal es que te pongas en contacto con un profesional que te asesore adecuadamente sobre que llantas comprar. Considera que las características anexas de tu auto determinarán un buen funcionamiento.