El que más y el que menos ha tenido alguna vez que hacer un taladro en la pared y se ha terminado arrepintiendo. Motivos para ello hay muchos, casi tantos como para no volver a usar el taladro o, al menos, para no hacerlo en caso de que no sea estrictamente necesario. Para que puedas cuidar tu hogar sin necesidad de llenarlo de agujeros, vamos a ver algunas razones que te harán evitar el taladro y algunas alternativas muy interesantes disponibles.
Motivos para no taladrar
Las razones que llevan a muchos a ver el taladro como una herramienta que es mejor usar lo menos posible no son pocas y muchas de ellas con fundamento. Por ejemplo, al taladrar se pueden dañar estructuras e instalaciones que no se ven a simple vista como las de la luz o el agua. Sí, un taladro es más que suficiente, si se usa mal, para dejar sin electricidad a una vivienda o crear una fuga de agua que requerirá de una intervención profesional. Por este motivo, es mejor ir con precaución y, si es estrictamente necesario realizar el taladro, contar con artículos para el cuidado del hogar que digan por dónde pasan las instalaciones, como los detectores de metal.
Asimismo, por diferentes motivos, es posible que ni siquiera tengas la oportunidad de hacer taladros. Uno de ellos puede ser que tus paredes sean de pladur, las cuales se pueden dañar seriamente por la acción de esta herramienta. Además, si vives en un piso de alquiler, es probable que el contrato prohíba esta actividad. Para que veas otras razones para no taladrar, te las resumimos en esta lista:
- Presencia de pilares y vigas que impiden el taladro
- Posibilidad de dejar al descubierto el agujero hecho
- Desperfectos en zonas cercanas por las vibraciones del taladro
Alternativas más eficientes
De lo anterior podemos concluir una cosa: se acabaron los taladros. Pero, ¿cómo se cuelgan entonces aquellas cosas que tienen que ir en la pared de casa? Por suerte, la industria del bricolaje y la ferretería ha creado sistemas muy eficientes para ello. Por ejemplo, hoy se venden resinas poliméricas que son capaces de soportar más peso que los clavos que se han usado tradicionalmente. Estos artículos se presentan como pegamentos de alta resistencia que son capaces de hacer que un accesorio de pared se haga una pieza con el lugar en el que tiene que ir colocado.
Lo anterior es muy útil para aquellos objetos pesados y voluminosos que vayan a soportar un estrés considerable. Para otros casos, hay soluciones más livianas, pero igualmente efectivas. Sin ir más lejos, hoy se venden tiras de velcro muy útiles para colgar cuadros de cualquier dimensión y para otras tareas similares. Es más, aunque esto puede parecer una solución de poco aguante, estos productos son capaces de alcanzar resistencias superiores a la decena de kilos. Además, es complicado que vayas a colgar algo en tu pared que supere su capacidad de unión.
De esta forma, como has visto, superar la época de los taladros en la pared es más sencillo de lo que pensabas. Por este motivo, deberías intentar no poner en riesgo las estructuras internas de tu casa decantándote por aquellos productos que permiten realizar uniones sin necesidad de agujerear la pared.