Se acerca el verano y para muchos es el momento de cuidarse para verse mejor en bañador y lucir un cuerpo bonito en la playa. Sin embargo, las prisas y las dietas demasiado restrictivas rara vez funcionan. El temido efecto rebote puede llegar al primer desliz y además puede hacerse muy complicado mantenerlas a lo largo del tiempo. Lo ideal es llevar una vida saludable durante todo el año que incluya una dieta equilibrada con alimentos sanos de todo tipo combinado con algo de ejercicio.
La cena suele ser uno de los momentos clave, a muchos les entra el hambre al llegar a casa y relajarse, sin embargo, acostarse con el estómago lleno y con una comida copiosa no es demasiado sano, y en cualquier caso no nos ayudará a perder peso si este es nuestro objetivo. Las recetas cenas ligeras son una apuesta segura si se quiere ganar en salud y llegar a nuestro objetivo con éxito y de manera duradera.
Alimentos como el pollo, las verduras o la fruta son ampliamente conocidos y utilizados cuando se quiere perder peso o iniciarse en la vida saludable. Sin embargo, no es necesario entrar en la monotonía de los mismos alimentos cada noche. Opciones como la pechuga de pollo de Campofrío o unos taquitos de queso son ingredientes sanos, ligeros y versátiles que pueden dar como resultado recetas frescas, originales y ligeras.
Seguir una dieta saludable puede ser muy sencillo con algunas ideas rápidas y sanas como estas:
Salmón con verduras en su jugo:
En un papillote o en un estuche de silicona, cuece unos lomos de salmón acompañados de espárragos silvestres, ramitas de brócoli y tomatitos. También lo puedes hacer en una fuente de horno, tapada con papel de aluminio o sulfurizado. El ingrediente principal de este plato es el salmón, cubre las necesidades de omega 3. Estos ácidos grasos ayudan a mantener la mente ágil y el corazón sano.
Sándwich vegetal:
Se trata de un básico de las cenas rápidas: un bocadillo, que ya se sabe que tiene versiones de lo más sanas. En esta ocasión se presenta una opción con los vegetales como base que juega, además, con el color de sus ingredientes. Los ingredientes son accesibles y frescos. Pan de cereales, aguacate, tomate verde, mozzarella, lechuga, albahaca, cebollino, diente de ajo, limón y mayonesa ligera.
Rollos de Lechuga romana:
Con las hojas de la lechuga romana podemos hacer rollitos frescos en un momento y aprovechar lo que tengamos por la nevera: un poco de arroz integral cocido, aguacate, pimientos, cebolla, brócoli, kale, brotes y germinados, encurtidos (remolacha, aceitunas, alcaparras…), zanahoria rallada, mazorquitas de maíz. Para poder enrollarlas bien basta con usar las partes más tiernas de la lechuga (las partes más cercanas al tallo se pueden cortar en juliana y añadir como relleno) y no pasarse con el relleno.
Ensalada de frutas:
Utiliza lo que tengas y esté de temporada: manzana, pera, melón, cerezas, arándanos, frambuesas, plátano… Córtalo todo en trocitos y alíñalo con yogur de soja natural sin azúcar, una pizca de zumo de limón y, si quieres, unas hojas de hierbabuena. Puedes ponerle por encima un copete de nata de coco montada con un toque de canela. El único truco para las ensaladas de frutas es elegir frutas muy sabrosas y maduras y dejarlas en la nevera antes de hacer la ensalada para que estén fresquitas. Cómpralas en la frutería o en el mercado mejor que en supermercados.
Hamburguesa de merluza:
Una opción sana y deliciosa de comer pescado es hacerlo en hamburguesas (algo poco común y que es más habitual hacer con carne). Para hacerlo, picamos merluza, cebolla y perejil en trozos muy pequeños y le añadimos una mezcla de clara de huevo batida con copos de avena triturados. Hacemos la forma de las hamburguesas, cocinamos a la plancha y listo.
Wraps de pollo con verdura:
Los bocatas y sándwiches son uno de los platos estrella de nuestra gastronomía y, aunque a priori no parezcan aptos para una dieta, dependiendo del tipo de pan y el relleno que utilicemos pueden ser ideales para darnos un capricho. Como comentábamos al inicio, la pechuga de pollo siempre es una buena opción para una cena baja en calorías. Nuestra idea son los wraps rellenos de pollo y espinacas, que podemos hacerlos con tortitas integrales compradas en el supermercado o hechas por nosotros mismos con harina integral de trigo, agua y aceite.
Espárragos enrollados:
Extiende la lámina de hojaldre y córtala en 8 cuadrados del mismo tamaño. Haz rollitos con un trozo de beicon y 3 espárragos. Envuélvelos y ciérralos presionando los extremos del hojaldre. Pinta este con el huevo batido y salpimienta y hornea 15 min en el horno precalentado a 220º C, hasta que el hojaldre se dore.
Lomo con queso y pimientos:
Pepito de lomo con pimientos de toda la vida, pero mucho más ligero al prescindir de los panecillos con los que se sirve normalmente. Solo tardas en cocinarlo lo que cueste calentar la plancha y freír el lomo. Y si acompañas el lomo con queso y pimientos con una ensalada o unas verduritas salteadas o al vapor, tienes un plato único, equilibrado y muy sabroso.
Recuerda que, a parte de las cenas ligeras, consejos como practicar ejercicio de manera moderada, comer más fruta y verdura y beber más agua, te ayudarán a llevar una vida saludable.