Para nadie es un secreto que estudiar inglés puede ser una de las decisiones personales y profesionales más importantes que se tomen. También, claro, que es una decisión cuya materialización requiere sacrificio y encontrar el método adecuado, para no abandonar a mitad de camino.
Muchos métodos se autoproclaman como la forma definitiva de aprender inglés, sin realmente serlo. Aprender inglés será tan sencillo o tan complicado como las propias personas lo decidan, sobre todo considerando que gracias a algunas recomendaciones puede ser posible que el aprendizaje se materialice de la manera adecuada.
¿Para qué se quiere aprender inglés?
En el mundo en el que se vive, está bien querer abarcar todo lo posible y de la mejor manera posible, pero lo cierto es que muchos de los conocimientos que se adquieran deben tener en cuenta lo funcional o útil que puedan ser en el corto plazo. Luego se pensará en perfeccionar para alcanzar la fluidez y el éxito a largo plazo.
Por eso, no será lo mismo aprender:
- Inglés para estudiantes.
- Inglés para los negocios.
- Para afrontar entrevistas de trabajo.
- Para obtener una certificación, pasando pruebas como la TOEFL.
Aunque en todos los casos se estará aprendiendo lo mismo, no se hará de la misma manera, sino que el conocimiento estará orientado a cumplir dicha misión como lo principal. Eso hará que se pueda lograr el objetivo más rápido y que la motivación al logro esté presente.
Elegir una metodología que realmente sea atractiva
La razón por la que no existe la metodología definitiva tiene que ver principalmente con que no todas las personas se adaptarán de igual manera al mismo método de enseñanza. Por tanto, es necesario elegir de acuerdo a criterios básicos.
Para hacer un ejemplo, métodos de estudio como los ofrecidos en https://es.speakingathome.com/, uno de los servicios de enseñanza del inglés online, ofrecen metodologías sustentadas en lo siguiente:
- Libertad de horarios, por lo que las personas deciden la hora y el día para estudiar.
- Profesores nativos, para asegurarse una fluidez y una pronunciación ideales de acuerdo a los objetivos que se quieran lograr.
- Clases por métodos de comunicación fiables, como Skype, que es de los más adecuados para la enseñanza virtual.
- Clases prácticas y en cómodos formatos, pudiendo solicitar clases individuales, clases grupales, clases de 30 o 60 minutos por sesión, y hasta solicitar el audio de cada clase para su posterior estudio.
Tener claro lo que significa aprender un nuevo idioma
El inglés es el idioma de los negocios, el requisito para ser más competitivo en ámbitos internacionales, y en definitiva, un recurso que puede abrir un centenar de puertas profesionales y personales. Pero también es un idioma que requiere de paciencia, de estudio, de práctica, y muchas veces las personas suelen olvidarlo y es algo que termina haciendo que se den por vencidos.
No será fácil. Pero sin duda, será mucho más fácil si se cuenta con profesionales con experiencia en la enseñanza, si se busca una metodología que sea cómoda y que ponga menos trabas para la formación; por ejemplo, es mejor una clase virtual en la que no se tendrá que viajar, acomodar la agenda y demás, que una clase presencial donde las excusas para no acudir serán más creíbles.
Luego está el tema de dedicarle un tiempo prudencial a la práctica y al mejoramiento continuo del idioma. Eso se puede hacer también gracias a las academias de enseñanza online, pero el aprendizaje autodidacta, la práctica continua y sobre todo los contextos de ocio o lúdicos, pueden ser de tremenda utilidad para comenzar a ver los avances, para no sentir la curva de la frustración que precede al crecimiento constante en cuanto a comprensión, fluidez y capacidad conversacional.
El método, la finalidad del aprendizaje y el compromiso son las herramientas que se deben definir antes de embarcarse a la travesía. Sin duda, una travesía que siempre va a valer la pena.