No ficción
VALORES ESENCIALES: CÓMO CONTRIBUYEN LOS VALORES HUMANOS AL AUMENTO DE NACIONES
Por Thomas Grandjean y Tan Chin Hwee
World Scientific / Folleto / 230 páginas / $ 42.38 / Disponible aquí
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El libro, que se publicará el miércoles (12/9), trata sobre el papel indispensable de la cultura en la economía. Lo que lo hace confiable es que los dos autores son productos exitosos en el mundo financiero.
Tan es el director ejecutivo de Asia-Pacífico de una empresa global de Fortune 25, mientras que Grandjean ha trabajado en la industria de productos básicos durante 15 años.
Juntos, presentan un caso convincente para el argumento de que el logro de valores, combinado con las políticas adecuadas, determina en última instancia el destino económico de las naciones.
Los autores se centran en una colección de valores que impulsan el crecimiento: trabajo duro, economía, confianza y asunción de riesgos. Complementan su análisis de estos valores con un estudio de las correspondientes políticas que impulsan el crecimiento nacional.
Básicamente, estas políticas permiten que las fuerzas del mercado funcionen en medio de la estabilidad política, que es una variable más importante que la forma específica de gobierno que produce esa estabilidad.
Por tanto, unas políticas fiscales y monetarias sólidas son vitales para que una economía sobreviva a los cambios cíclicos. Además, por supuesto, se necesita una fuerza laboral calificada para la innovación y la productividad, mientras que la corrupción puede dañar las economías.
Hay dos lecciones importantes en este libro. Primero, lo que es menos importante que el debate sobre si la democracia o el autoritarismo es la mejor forma de gobernanza es si la estabilidad política es el resultado de una u otra.
Los progresistas pueden preferir la democracia como un activo político y los conservadores buscan refugio en un gobierno autoritario.
Lo que importa es la estabilidad política. El énfasis de los autores en la necesidad económica de estabilidad desvía la atención de un acalorado debate ideológico a cuestiones económicas empíricas.
En segundo lugar, el libro refina los parámetros de debates anteriores, que se disputaron sobre la superioridad económica de los valores asiáticos.
Este libro destaca las similitudes entre las versiones confuciana y protestante de la ética del trabajo, demostrando así que una combinación propicia de valores y políticas no es un monopolio étnico, sino que existe tanto en Oriente como en Occidente. Esta es una perspectiva renovada que debería reunir a pensadores y responsables políticos de todo el mundo.
Queda una pregunta al final del libro. A excepción de la guerra, lo que fue bueno para el capitalismo fue malo para el socialismo y viceversa, históricamente. Ahora, la pandemia de coronavirus se ha sumado a la guerra como enemigo neutral de todos los sistemas económicos y sociales.
¿Puede la combinación virtuosa de valores y políticas superar los efectos divisores de Covid-19, vistos, por ejemplo, en el auge del nacionalismo de las vacunas en todo el mundo? El tiempo dirá.
Si te gusta, lee: ¿Pueden pensar los asiáticos? por Kishore Mahbubani (Marshall Cavendish, 1998, reeditado en 2019, $ 34,99, disponible aquí). El diplomático académico de Singapur aboga por un intercambio de ideas bidireccional que va más allá de la hegemonía intelectual occidental, cuyo tiempo ha pasado.