Uno de los ejercicios más baratos y que no requieren de tener que ir al gimnasio es correr. Lo llaman footing o running, pero lo cierto es que no deja de ser correr. Muchas personas desean poder ir adquiriendo este hábito deportivo, pero a veces pueden equivocarse en su preparación. La práctica de este deporte requiere de grandes dosis de paciencia, de saber escuchar al cuerpo y, por supuesto, de empezar caminando y preparar el estado físico del cuerpo para después poder exigirle cada vez más sin que aparezcan lesiones o un cansancio extremo.
Por ello, para comenzar con esta práctica deportiva es muy interesante conocer los consejos y precauciones que hay que seguir para aprender como empezar a correr de una forma saludable tanto para las articulaciones como para el estado del cuerpo en general. Pero ojo, no es un ejercicio que todos puedan practicar, puesto que puede no ser beneficioso en algunos casos.
Lo que es seguro es que hay determinados factores que se deben tener en cuenta. Uno de ellos es utilizar el equipamiento correcto, y eso pasa, sobre todo por unas buenas zapatillas de running, que permitan estar cómodos, no hagan rozaduras y sean ligeras. Otro consejo fundamental es realizar una pequeña sesión de calentamiento antes de empezar para calentar la musculatura y lubricar las articulaciones. Es mejor calentar antes de empezar que comenzar a correr sin más, lo que puede provocar lesiones.
Pasos a seguir para convertirse en un runner
En primer lugar, es importante conocer el estado de salud de la persona que va a ejercitarse. En el caso de que sea bueno y que sus articulaciones se lo permitan, deberá comenzar andando. Caminar es el primer paso, y a partir de ahí ir forzando al cuerpo para poco a poco, con los días, cada vez caminar más deprisa. Una vez que el cuerpo esté habituado a las caminatas a paso rápido y durante al menos media hora, será el momento de realizar algo más de esfuerzo y alternar la caminata con pequeños intervalos de carrera a pasos cortos y sin mucho esfuerzo. Poco a poco los intervalos de carrera y caminata se harán más cortos, hasta que el deportista se sienta con ganas de realizar todo el circuito propuesto corriendo.
Mientras se realizan los entrenamientos es fundamental escuchar al propio cuerpo. Tener presente posibles lesiones según el terreno, o escoger superficies adecuadas para no cansarse en demasía.
Se trata de correr para mantenerse en una forma saludable, no para acabar lesionado o provocar un problema de salud.
Ejercicios complementarios para mejorar
Serán necesarios muchos entrenamientos para que el corredor comience a sentirse seguro de sí mismo y de sus capacidades. Pero es mejor ir poco a poco. Una vez que se llevan varios meses corriendo es momento de dar un paso más en los entrenos y añadirles algo más de esfuerzo. Por ejemplo, si se corre sin mucho esfuerzo durante una hora, entonces se puede añadir un entrenamiento de intensidad al ejercicio. De esta forma se pueden añadir nuevas marcas a los entrenamientos y que el deportista no se estanque o no progrese.
Uno de los ejercicios que se pueden añadir a aplicar cambios de ritmo en la marcha, de esta manera el cuerpo se va acostumbrando a diferentes cadencias y además ayuda a la quema de más grasas. Otra opción es entrenar por series, ya que así se podrán realizar carreras de alta intensidad y ganar velocidad en la carrera.