El coche es el vehículo preferido por los españoles para desplazarse en el día a día. Con más de 24,5 millones de unidades, la educación vial adquiere un protagonismo especial para que este medio de transporte tan habitual responda a criterios de seguridad y convivencia entre todos. Son muchos los factores que se tienen en cuenta para conducir con las mejores garantías, y todos conviven bajo el contexto imprescindible de tener contratado un seguro de coche. Otra opción no es viable y, a partir de aquí, se pueden llevar a cabo una serie de medidas para encontrar la máxima confianza al volante.
El uso del cinturón se ha generalizado, si bien fue necesaria una fuerte campaña de concienciación social, llevada a cabo por parte de la Administración con dinero público, para que no se vea a ni a conductores ni a pasajeros sin este sistema de seguridad, que, día de hoy, ha conseguido salvar muchas vidas. Mantener el vehículo en condiciones óptimas también es una condición de seguridad en la carretera. El mantenimiento es esencial y por ello hay que llevar el vehículo al mecánico durante, al menos, una vez al año; especialmente para matriculaciones que superan los cinco años de vida. En un alto porcentaje del parque automovilístico español, la ITV se supera todos los años y lo recomendable es realizar una revisión previa en cada ocasión, que sirve, además, para poner al día al vehículo y prepararlo para salir a la carretera.
El estilo de conducción es otro factor influyente en la seguridad de un coche. En ese sentido, cabe recordar que los trayectos no son carreras y que la velocidad no es una buena compañera. El exceso de velocidad aumenta considerablemente el riesgo de accidente y potencia unos mayores daños que pueden ser de graves consecuencias para el conductor. Si se superan los límites establecidos, la capacidad de reacción ante un imprevisto disminuye considerablemente, lo que se traduce en un aumento de las posibilidades de peligro. Cabe tener un especial cuidado en las curvas, porque el terreno se endurece y no sabemos lo que vamos a encontrar después del giro y porque la visibilidad se reduce y el conductor podría no ver a un conductor que viene de frente. Estas indicaciones sirven para todos los modelos de vehículos, si bien adquieren una importancia en aquellos más antiguos, ya que su capacidad de frenado y adaptación al terreno es menor. Cabe recordar que España cuenta con uno de los parques más antiguos de Europa y esto aumenta el riesgo de accidentes.
Conducir de noche
La conducción nocturna se enfrenta a una reducción considerable del número de vehículos en la carretera, lo que no impide que el riesgo sea mayor debido a la falta de visibilidad en muchos tramos. Las luces de otro coche se pueden confundir con factores externos que no guardan ninguna relación, así que la mejor elección en la conducción nocturna es aumentar la atención sobre los retrovisores, con la idea de tener mejor controlado todo lo qué está sucediendo a nuestro alrededor. El riesgo de cansancio se combate con paradas periódicas en los viajes largos y el recurso a música ajena a la relajación.