Se trata de una maquinaria esencial en el caso de que haya que llevar a cabo operaciones en altura y con cargas complejas. Un medio muy efectivo para los trabajadores que desarrollan su tarea dentro del sector de la construcción o de los montajes, sabiendo que este tipo de grúas ofrecen las mejores garantías en todo momento.
En muchas ocasiones, se necesita hacer algún tipo de obra o realizar un montaje a gran altura, de hecho, son situaciones más habituales de lo que parece, y es complicado llevar estas acciones a cabo sin las herramientas y los recursos necesarios. En este sentido, para poder realizar este tipo de tareas en altura, se vuelven indispensables las grúas móviles, ya que se trata de una maquinaria perfectamente diseñada para trabajar en este terreno y, sobre todo, conseguir los mejores resultados.
Hoy en día, en el mercado existen diferentes tipos de grúas móviles, cada una con unas características específicas en función de la tarea que haya que llevar a cabo. No obstante, en el caso de los trabajos en altura, las autopropulsadas son las más utilizadas, debido a todas las prestaciones que ofrecen.
Cuando se habla de grúas móviles autopropulsadas se está haciendo referencia a una máquina de elevación, a través de la cual, se realizan operaciones en altura, con el añadido de que están diseñadas para poder distribuir equilibradamente las cargas, que estarán suspendidas en un gancho.
Sin duda alguna, se trata de un tipo de maquinaria que resulta bastante útil para llevar a cabo un gran número de tareas, sabiendo que la cobertura es completa y cuenta con totales garantías.
Principales servicios que se pueden ofrecer con una grúa móvil autopropulsada
Como ya se ha mencionado, este tipo de grúas permiten realizar un gran número de tareas. En este sentido, dentro de la gran variedad existente, uno de los trabajos más habituales para los que se necesitan estas grúas es el montaje de viviendas o el de naves industriales, además de las edificaciones prefabricadas.
También hay que decir que estas grúas son muy efectivas cuando hay que hacer un rescate en el interior de los vehículos, especialmente, cuando estos son pesados y se encuentran en zonas de difícil acceso.
De igual modo, se pueden ver estas grúas cuando hay que instalar escaleras mecánicas, así como al montar andamios, escenarios o gradas portátiles.
Además, son grandes aliados para la maquinaria de pantallas y pilotaje, sin olvidar que pueden realizar tareas de residuos, perforación, demolición, colocación de cubículos o creación de diques, entre otras cosas.
Aparte de todo lo mencionado, hay que añadir que estas grúas se utilizan para realizar diferentes tareas en los aeropuertos, tanto en las zonas interiores como exteriores.
¿Cuántos modelos existen?
Dependiendo del tipo de trabajo que se quiera llevar a cabo, así se podrá elegir entre 6 grúas autopropulsadas. El primer modelo corresponde a una máquina que tiene una capacidad máxima de 40 toneladas y unos 38 metros de pluma.
Por otro lado, está la grúa de 50 toneladas de capacidad, donde la pluma es mayor, de unos 53 metros. También están las grúas con capacidad de 60 toneladas, el mismo número que los metros de pluma, que además, están dotadas con un doble cabrestante.
Las grúas móviles mayores son las que tienen 80, 100 y 200 toneladas de capacidad, con 60, 79 y 101 metros de pluma. Los dos últimos modelos, además, cuentan con doble cabrestante.
¿Cómo es su funcionamiento?
Las grúas móviles autopropulsadas tienen un funcionamiento discontinuo, debido a que cuentan con diferentes partes que hay que coordinar adecuadamente para que se puedan llevar a cabo todas las acciones que se necesiten, tales como transporte, elevación o distribución.
Para que todo esto esté en perfecto estado, es necesario que las grúas cuenten con elementos de sujeción, los cuales, deben apoyarse en unos estabilizadores específicos para poder desplazar la carga, y así poder elevarla de manera efectiva y sin peligro alguno.
Por supuesto, una grúa móvil autopropulsada también debe contar con un chasis de gran potencia, para poder anclar los sistemas de propulsión y dirección, que son los encargados de realizar todos los movimientos.
Finalmente, estas grúas están dotadas con una superestructura que está conectada al chasis y es la que aguanta la cabina donde se encuentra el operario. También se conecta con la pluma y el sistema de elevación, todo ello permite que se puedan hacer giros de 360 grados.