Tener una vivienda alquilada es sinónimo de rentabilidad y por ello es una de las inversiones más seguras y extendidas en nuestro país.
De ahí que empresas especializadas como Adelanto piensen en soluciones para aportar liquidez a los propietarios de viviendas alquiladas, como es el caso del anticipo de alquiler.
Te contamos más a continuación.
Consigue liquidez al instante
Tener una propiedad alquilada supone una inversión a gran escala, y es fácil poner en duda si servirá de algo, o si la retribución se obtendrá de igual manera. Con el anticipo de alquiler podrás obtener un adelanto en los ingresos de alquiler por parte del arrendatario de hasta 12 meses, si lo deseas.
El alquiler de tus inmuebles es más que una oportunidad para generar y recibir activos periódicamente, ya que, estos podrás invertirlos o ahorrarlos, pero de cualquier manera será una genial fuente de ingresos la cual te impulsará a estabilizar tu situación financiera.
Beneficios de obtener el anticipo de alquiler
Además, invertir el anticipo de alquiler en otros proyectos o en instrumentos financieros que ofrezcan una tasa de interés más alta, lo que podría generar un mayor rendimiento en comparación con el simple depósito del anticipo en una cuenta bancaria.
Igualmente, mencionamos que el anticipo de alquiler puede ayudar al arrendador a planificar sus finanzas a largo plazo. Al recibir un monto por adelantado, el arrendador puede tener una idea más clara de sus ingresos y gastos futuros, lo que le permite planificar mejor sus inversiones, pagos de impuestos y otros gastos.
Esta liquidez anticipada es una herramienta útil para mejorar la gestión de la propiedad. Al recibir un pago por adelantado, el arrendador puede contar con más recursos para realizar mejoras y mantenimiento en la propiedad, lo que puede aumentar su valor a largo plazo y atraer a inquilinos más rentables.
Por último, como arrendador debes tener en cuenta que el anticipo de alquiler también implica ciertos riesgos que deberías notar antes de cerrar cualquier contrato. En caso de que el inquilino incumpla alguna normativa de alquiler o cause daños en la propiedad.
El arrendador podría verse inmerso en la situación y en la obligación de devolver parte del anticipo de alquiler al inquilino, para posibles reparaciones, remodelaciones o desalojo de la inmueble, lo que podría afectar significativamente su flujo de efectivo y su rentabilidad a corto y largo plazo.