Es innegable que el maquillaje realza la belleza natural de las personas, pero no es menos cierto que usar productos y técnicas inapropiadas pueden dar al traste con el resultado. Muchas personas tienen un don innato para maquillarse. Otras sin embargo prefieren acudir a una academia de maquillaje en Coruña para adquirir unas nociones básicas. ¿Cuáles? Las vemos a continuación.
La máxima con la que vamos a empezar está clara: menos es más. Con la cantidad adecuada de producto podemos destacar nuestros rasgos y lograr un resultado natural y radiante.
Si no tienes mucha mano lo mejor es que optes por productos sencillos de usar. Por ejemplo, evita el eyeliner líquido de pincel y elige el formato rotulador. También será preferible usar una base de maquillaje ligera que se pueda aplicar como una crema facial. Es la forma más cómoda de lograr un resultado uniforme. Acuérdate de aplicar siempre antes tu crema hidratante para que el producto se fusione más fácilmente con la piel. Hidratar justo antes es la forma de lograr un rostro jugoso. De hecho, podemos usar la hidratante como prebase de maquillaje. Para aplicar la base puedes usar brocha, cepillo, esponja o tus propios dedos. No te olvides de maquillar ligeramente también el cuello para que el resultado final sea más homogéneo.
Después de la base, se puede acentuar el color con un ligero toque de polvos sueltos o bronceadores. A aplicar sobre los pómulos, nariz, frente y barbilla.
Para disimular las ojeras usaremos un corrector en un tono que las neutralice. Para aportar luz a zonas concretas del rostro, habrá que echar mano de un iluminador en crema o en pincel.
Otro consejo es evitar abusar del colorete. A veces se carga mucho la brocha y una mejilla queda más colorada que la otra. Los coloretes líquidos son una alternativa muy cómoda para controlar mejor la cantidad del producto a aplicar. En cuanto a los colores, los que nunca fallan son los tonos rosa palo o los nude naturales. Un consejo es aplicar un poco de colorete en la parte superior del hueso del pómulo y difuminarlo con leves toquecitos con los dedos. Si prefieres usar la brocha para aplicarlo, usa la angulada desde el área de la mejilla hacia las sienes para luego difuminar.
Por otro lado, es mejor usar una máscara de pestañas que proporcione un acabado lo más natural posible. Es clave saber dosificar la cantidad de producto para potenciar las pestañas al máximo. La aplicaremos desde la raíz hasta las puntas, girando ligeramente el cepillo para potenciar al máximo la mirada.
En cuanto a las cejas, se pueden peinar con un cepillo específico y rellenarlas con un lápiz de cejas para después difuminar con el goupillon del pincel para un acabado más natural.
Si quieres aplicar sombra de párpados, usa una clara desde las pestañas hasta el hueso orbital y otra de tono medio en el párpado móvil hasta el pliegue. Con un pincel sombreador grueso podemos difuminar y evitar saltos de tono.