Y es que Brasil es el sueño de todo turista en lo que se refiere a experiencias, clima y vistas. Cuenta con la porción más grande del Amazonas en su territorio, con una larguísima línea de costa y con algunas de las ciudades más modernas y avanzadas de sudamérica, por lo que es posible viajar por todo Brasil durante semanas y que aún nos falten cosas por ver cuando nos hayamos marchado.
Por si fuera poco, los viajes a Brasil son muy asequibles, sobre todo si se compran con tiempo y en temporada baja. Es importante adquirir un buen itinerario junto con nuestro vuelo, para que los detalles secundarios de la experiencia como el hotel o el método de transporte, ya estén listos una vez hayamos llegado.
A continuación hablaremos de los mejores lugares para visitar en Brasil, así como qué detalles debemos tener en mente antes de hacer el viaje para ir bien preparados.
La organización es clave
Es esencial saber que el vuelo es largo, de unas diez horas. Las principales compañías que llevan a cabo vuelos a Brasil son Iberia y Latam. En lo relativo a vacunas, no hay ninguna obligatoria, pero si vamos a visitar la zona de Pantanal o del Amazonas, lo ideal es que nos vacunemos de la malaria por si acaso. No hace falta un visado para una visita turística, siempre y cuando, ésta no supere los tres meses de duración.
Brasil es un país de enormes dimensiones, por lo que no es posible disfrutarlo por completo en una sola visita a no ser que ésta dure mucho. Pese a que lo más recomendable es visitar solo una zona en cada viaje y moverse en coche o autobús durante la estancia, si queremos visitar diferentes zonas siempre se pueden contratar vuelos internos, la mayoría de los cuales están organizados por la compañía de vuelos Latam. Se puede acceder a estos vuelos por medio de un bono que ha de ser contratado fuera del país junto con nuestro vuelo personal.
Los mejores atractivos turísticos
Cuando la gente piensa en Brasil, una de las primeras cosas que se les suele venir a la mente es el carnaval de Río de Janeiro. Los ciudadanos locales son conscientes de esto, motivo por el cual, la festividad se ha convertido en un evento turístico en el que se ofrecen toda clase de actividades de ocio y espectáculos para los visitantes.
Sin embargo, Brasil es mucho más que esta festividad o que su monumento más conocido, el Cristo Redentor, que se sitúa en lo alto de la montaña Corcovado.
En Brasil también existen numerosos museos y maravillas arquitectónicas como el funicular Complexo do Alemao, un larguísimo teleférico de más de tres kilómetros de distancia y que se tarda diecisiete minutos en recorrer, pudiendo llevar a más de tres mil pasajeros por hora.
Si lo que buscamos es una maravilla natural, en Brasil se encuentra una de las cataratas más grandes y bellas que existen, la Cascada Caracol. Esta catarata forma parte del flujo del río Caracol, en medio de un bosque tropical. Debido a su afluencia turística, la gente ha construido una serie de infraestructuras alrededor de la catarata para que sea más fácilmente observable y para que los turistas cuenten con numerosas atracciones interesantes.
La atracción más interesante, sin lugar a dudas, es la alta torre que se ha construido junto a la cascada como mirador, siendo ésta, el mejor punto para observar la cascada, que se precipita desde una altura de ciento treinta y un metros.