Son pocos los países que han adoptado los autos eléctricos, por ejemplo Brasil, Costa Rica, Ecuador, Colombia, Perú, Uruguay y Paraguay, son dichosos de poseer energía hidroeléctrica que sustenta cerca del 50% de las necesidades de generación.
En efecto, en esos países hay tiempos en que toda la demanda extra de electricidad se consigue reemplazar a través de centrales hidroeléctricas que, si se encuentran bien diseñadas y bien ubicadas, forman una fuente muy bajas emisiones a un largo plazo.
La misma razón financiera de recargar durante las etapas de generación con precio bajo (impidiendo picos de demanda) es aceptado en el sistema hidroeléctricos. Aunque para diseñar una precio y horario de carga eficaz se debe ofrecer una gran atención a la disponibilidad de patrimonio para generación para así impedir el uso de los más caros y contaminantes generadores de gas para cubrir los aumentos en la demanda.
Para evitar los picos en los costos y en las emisiones, los entes públicos deben predecir los efectos del mayor uso de automóviles eléctricos y corroborar si tiene incentivos para formalizar la demanda. Esto pretende de un análisis minucioso, así como los métodos correctos que crean una evolución de la central eléctrica.
América Latina y el Caribe adapta los autos eléctricos
Los automóviles eléctricos poseen potencial para minimizar las emisiones de carbono y de diferentes contaminantes en América Latina y todo el Caribe. Por eso que no existe nada mejor que un transporte libre de emisiones, especialmente en las ciudades, consigue ayudar a minimizar la mortalidad y la morbilidad correspondidas con diferentes enfermedades, como la Covid-19. Para motivar la adopción de los automóviles eléctricos se necesita, entre otras decisiones, de inversión en la estructura de recarga, como se ha distinguido en la reciente publicación del BID.
Sin embargo, los hogares de todo el territorio apenas están emprendiendo su adopción del uso de automóviles eléctricos, diferentes iniciativas, como el aporte del BID a las estrategias de electromovilidad y vehículos eléctricos, mantienen un objetivo importante en la electrificación del transporte pública. La recarga eficaz igualmente puede ampliar los beneficios de los taxis y autobuses eléctricos.
Aunque debido a su uso casi que constante, estos deben recargarse con más frecuencia, dejando un relieve en algunos de los desafíos que proyecta el diseño de precios eficientes para dichos automóviles.
Las estrategias y estrategias para inducir el uso de automóviles eléctricos igualmente pueden ser parte de los esfuerzos del territorio para recuperarse de lo que fue la pandemia de esta era. Todo esto, junto con la constante amenaza que ha apreciado el cambio climático, dejando en manifiesto la angustia de la situación, lo que nos lleva a una conclusión final de que ha llegado el momento de proceder.