Las máquinas arcade fueron una auténtica revolución en el sector del videojuego. Hoy, gracias a Internet, estamos viviendo otro gran cambio que parece dejar muy lejos la época de las máquinas recreativas.
Todavía hay gente que se acuerda lo que era ir a unos recreativos llenos de máquinas de videojuegos para pasar la tarde del sábado con amigos. Pero las nuevas tecnologías han cambiado, y mucho, la manera en cómo se juega hoy en día.
Hace tiempo, tener una maquinita en casa y comprar videojuegos era un gran avance. Ahora se cuenta con consolas, ordenadores e, incluso, los teléfonos móviles permiten estar conectados a la red y jugar contra personas que están al otro lado del mundo.
Hay gente que gracias a Internet puede tener un servicio de suscripción con Amazon, y tener la oportunidad no solo de comprar cosas, también de acceder a diferentes juegos. Aunque algunos, pasado el tiempo y por diversas razones, prefieren cancelar suscripción Twitch Prime, pero realmente da muchas ventajas contar con estas suscripciones como, por ejemplo, evitar los molestos anuncios.
La realidad es que todavía hay quien prefiere, pese a los beneficios de las nuevas tecnologías, jugar con una auténtica máquina de las de antes, donde la adrenalina se sentía mientras uno pasaba pantallas rodeado de gente que animaba.
Videojuegos arcade, más que una forma de jugar
Cada época ha tenido sus diferentes maneras de buscar el ocio, y aquellos que ya tienen cierta edad recordarán como, para poder jugar a un videojuego, había que quedar con los amigos para ir a una sala de recreativos y allí meter monedas en las maquinas arcade para empezar la diversión.
Cuando alguien era bueno en esos juegos, toda la gente que estaba en los recreativos se ponían alrededor animando para que siguiera pasando pantallas. Era una experiencia inolvidable ver como los amigos, y otros chicos, se juntaban para ver como uno conseguía más y más puntos matando marcianitos.
Era más que echar unas horas jugando en unos recreativos, era la manera de relacionarse, conocer gente y pasar un rato agradable con los amigos.
Hoy, se puede volver a sentir esa maravillosa sensación de tocar una máquina arcade, tenerla en casa y volver a sentir esa sensación de volver a ser un niño, gracias a comprar unas maquinas recreativas personalizadas, una de las grandes ventajas que ha traído la tecnología.
Se pueden conseguir auténticas máquinas de arcade, como las antiguas, con la característica de poder escoger el tipo de máquina, los dibujos impresos, el joystick para poder jugar y el color de los diferentes botones.
Tener en casa una de estas máquinas es contar la historia de los videojuegos y poder volver a vivir aquellos años en los que la pandilla se reunía para pasar un buen rato. Es algo que nunca pasa de moda.
Internet, más cerca aunque se esté lejos
Internet ha revolucionado la vida de todos. Se ha integrado en cada casa, espacio, empresa. Se puede tener en un ordenador en casa o en el móvil para usarlo mientras se está fuera.
Gracias a Internet estamos más conectados, y se puede competir en los juegos con personas que se encuentran en la otra parte del mundo. Solo es necesaria una conexión a Internet.
Hasta con las consolas es posible jugar en línea mediante estar conectados por Internet. Estar conectados posibilita acceder a actualizaciones para mejorar la jugabilidad y el uso de aplicaciones.
Y si después hay que salir de casa, no pasa nada, se pueden llevar los juegos gracias a discos duros SSD para PS4 y Xbox One a cualquier parte, ya que permite tenerlos almacenados, sin ocupar espacio en la memoria de la consola y poder engancharlos en casa de un amigo.
Con las nuevas tecnologías se pueden poner soluciones a todo tipo de problemas. Todo el mundo está conectado casi las 24 horas del día, por lo que seleccionar juegos para pasar los ratos en los que no se hace nada, es una buena estrategia para no aburrirse. También acerca a las personas porque permite tener contacto con jugadores que estén lejos.
La forma de jugar ha cambiado, hay muchas ventajas en utilizar las nuevas tecnologías, pero hay que reconocer que todavía hay quien es muy sentimental y le gusta reunir a los amigos en casa para vivir batallas épicas.