Si estás decorando un nuevo hogar, o renovando tu casa actual, y buscas un estilo más moderno y minimalista que genere una sensación de más espacio y luminosidad, es probable que quieras descartar la instalación de cortinas tradicionales.
Las cortinas clásicas, con pliegues verticales y cenefas, pueden ser elementos muy elegantes que ofrecen un toque más exclusivo. Pero, aunque existen modelos sencillos, no dejan de producir un efecto más cargado en las ventanas y acumulan más polvo que otras soluciones para cubrir los cerramientos del hogar.
Así que aquí te traemos 4 alternativas a las cortinas tradicionales para que vistas tus ventanas con más ligereza y originalidad.
1- Estores
Los estores son, desde hace años, un complemento muy popular en los hogares españoles.
Sus ventajas:
- Son mucho menos voluminosos que las cortinas.
- Están disponibles en una amplia gama de colores, materiales y opacidades.
- Son fáciles de instalar.
- Tamizan la luz creando un ambiente interior muy acogedor.
- Hay modelos para ventanas de tejado o tragaluces.
Si no te hacen demasiada gracia los estores clásicos, tres opciones interesantes que puedes considerar son: los estores noche y día, que alternan franjas opacas y transparentes para graduar la luz y ofrecer privacidad; los estores plegables, que remiten al estilo de las cortinas sofisticadas; y los estores de bambú que crean un clima más natural y aíslan más las estancias de la luz y el calor.
2- Paneles japoneses
Son paneles de tela rectangulares que se instalan sobre rieles y quedan totalmente tensos. Los modelos para ventanas vienen de los shoji, los paneles tradicionales que se usan en Japón para dividir estancias.
El panel japonés para ventanas es una opción similar a un estor, pero que en lugar de enrollarse o plegarse en vertical, se desliza hacia los lados.
Los paneles japoneses son ideales para ventanales con varias láminas, ya que el mínimo de paneles que se instalan son dos. Además, al deslizarse en lateral, es muy práctico su sistema de apertura y cierre.
3- Persianas venecianas
Las persianas venecianas también son todo un clásico. Son económicas, ligeras y prácticas. Están compuestas por láminas en horizontal y, por lo general, son de aluminio, pero también están disponibles en otros materiales, como la madera o el bambú.
Una gran ventaja de las venecianas es que no tienes que subirlas o bajarlas para ganar más luz, ni desplazarlas hacia los lados (dejando una de tus ventanas expuestas a las miradas externas), sino que puedes girar las láminas (abrirlas o cerrarlas) para dejar pasar la luz o bloquearla.
Otra ventaja más es que puedes instalarlas con un soporte de sujeción que no requiere de taladro, así que si estás en un piso de alquiler y no quieres arriesgarte a modificar las paredes, las venecianas son una gran solución.
4- Vinilos o películas
Los vinilos para ventanas han ido ganando popularidad al igual que el arte mural para el hogar. Son económicos y fáciles de pegar y despegar, por lo que se pueden renovar con más frecuencia que otros elementos.
Además, uno de los motivos que más atraen de los vinilos para ventanas es la gran variedad de diseños y estilos disponibles en el mercado. Puedes optar por un vinilo simple que cree una película más opaca en tu ventana del baño para ganar privacidad, un vinilo con estampas originales en la ventana del dormitorio de los peques, o un modelo más sobrio para vestir la mitad de la ventana de tu cocina. ¡Tu imaginación y estilo son los que deciden!