Una parte importante de la estrategia de marketing de las empresas dedicadas a la hostelería está relacionada con la imagen que los clientes se hagan de estos lugares. Es decir, no solo con el trato al público, sino también con la decoración del local. La diferenciación con otros negocios es una de las grandes claves para atraer a la gente, lo que se puede lograr, en gran parte, a través del mobiliario que se escoge para los diversos espacios.
Se trata de crear un ambiente de un estilo determinado bien sea moderno, clásico, audaz, rural, tranquilo y original. Es decir, una decoración acorde al concepto de negocio que se tiene en mente.
Así que el primer paso a la hora de decorar un restaurante, cafetería u otro establecimiento de hostelería es decidir qué estilo se desea lograr para que sea la impronta de la marca e intentar personalizarla al máximo. Los muebles de terraza son, por ejemplo, un buen concepto para un café o para un restaurante con espacios al aire libre, con elementos decorativos tipo cabaña rural o también minimalista y moderno.
Es decir, son los muebles los que, en gran medida, darán el estilo al establecimiento. Pero, ¿cuáles son las claves para comprar las mejores piezas de mobiliario? A continuación, se darán algunos consejos básicos para sacar el mejor provecho al presupuesto.
Claves para elegir muebles de hostelería
Definir el público objetivo
El público objetivo es el tipo de clientes que desean lo que la empresa tiene para ofrecerles. Lo que se brinda puede atraer no solo a un tipo de público específico, sino a muchos estilos de personas que buscan innovación en un sitio que consideren acogedor y agradable. Sillones acolchados, bancas, mesa altas, puffs, mesas auxiliares o muebles con libros o adornos forman parte del mobiliario que dará personalidad a cualquier local de hostelería.
Este detalle se debe pensar bien. Una vez que se cree un perfil de cliente, será más fácil implementar el proyecto y elegir el mobiliario adecuado para el restaurante, una cafetería, etc.
Encontrar un estilo propio de decoración
Para diseñar y equipar un local como un hotel, restaurante o café se debe decidir qué estilo de decoración prevalecerá. La cantidad de diseños para elegir es casi infinita y van desde el antiguo o clásico al industrial, tipo bistró, vintage, minimalista, moderno y hasta ecléctico con elementos variados como los siguientes:
- Estilo industrial: como su nombre lo indica, imita las naves industriales de principio del siglo XX con paredes de ladrillos, iluminación con grandes bombillas que exponen sus instalaciones eléctricas y muebles rústicos de madera combinados con sillas de metal.
- Estilo clásico: prevalecen los muebles con líneas tradicionales y mesas de madera con sillas tapizadas en diseños unicolores o estampados de flores y cuadros con paisajes.
- Estilo moderno: este estilo es quizás el más caro para la decoración porque se suelen incluir piezas de arte y muebles de diseñador. Sin embargo, el mercado actual ofrece imitaciones de muy buena calidad.
- Estilo minimalista: se logra con muebles sencillos, sin adornos, con escasos elementos decorativos que dan sensación de amplitud, luminosidad y relax. Se concibe con la implementación de colores claros y algunos puntos focales como cuadros o flores que acentúan el diseño.
- Estilo parisino: evoca el tradicional París de los artistas de las calles de Montparnasse con sillas y mesas de madera, cuadros, jarrones de flores y ambiente bohemio.
Poner atención a los colores de las paredes
Aunque no se trate de mobiliario, el color de las paredes es esencial para crear un ambiente único y es una buena manera de agregar personalidad a todo tipo de negocio de hostelería.
El secreto está en elegir un esquema o paleta de colores para la marca en particular. En esto se debe prestar atención al más mínimo detalle. Los colores de la empresa también se pueden reflejar en los muebles. Por ejemplo, puedes elegir sillas o sofás tapizados en los colores que combinen con las paredes y demás elementos decorativos del local.
Si parece demasiado arriesgado, se puede jugar con los textiles de los muebles. Por ejemplo, incluyendo almohadones en un sillón o algún sofá que tengan los colores característicos de la empresa.