Desde hace un tiempo, muchas personas han decidido dar un giro a su vida y apostar por encontrar un trabajo estable y duradero. Si bien, esta tendencia ha ido aumentando desde 2008, cuando estalló la crisis financiera mundial, en la actualidad, el crecimiento ha sido más notable, debido a las consecuencias que ha traído la pandemia.
En este sentido, hay que decir que cada vez son más las personas que se decantan por prepararse para unas oposiciones, puesto que permiten acceder a un puesto fijo en alguna administración o empresa pública y, por tanto, conseguir una buena estabilidad laboral.
Dentro de este nuevo escenario que se ha planteado, trabajar en Correos se ha convertido en uno de los objetivos más populares en los últimos años, sabiendo que se trata de uno de los organismos más estables que operan hoy en día en España.
Por supuesto, para conseguir un puesto, hay que acceder a través de unas oposiciones, superar los exámenes y cumplir una serie de requisitos, entre otras cosas. A continuación, se explican todos estos detalles.
¿Cuáles son los requisitos?
Para poder trabajar en Correos y por supuesto, presentarse a las oposiciones, hay que cumplir varios requisitos. Así, los interesados deben estar en posesión del título de Graduado Escolar o en E.S.O., aunque también puede valer una titulación similar. De igual modo, es esencial que se tengan 18 años, así como residir en España.
¿Qué hay que preparar?
Como ya se ha mencionado, para trabajar en este organismo hay que superar unas oposiciones. En este caso, son dos pruebas, una teórica y otra más práctica. La primera de ellas es la más importante, tratándose de un examen tipo test de 100 preguntas, para el que se tiene 90 minutos. Preguntas sobre el temario específico para estas oposiciones, actualizado.
La segunda prueba es la parte más práctica que consiste en psicotécnicos. A todo ello hay que sumar la puntuación que se puede conseguir por méritos.
¿Es obligatorio presentarse a las oposiciones?
En el caso de querer un puesto fijo, será esencial presentarse y superar las oposiciones. De igual modo, puede pasar que se apruebe el examen, pero no se consiga plaza, en esta situación, se entrará a formar parte de la Bolsa de Trabajo, si bien, no será un trabajador fijo. Se trata de una buena opción para ir sumando méritos, aunque habrá que presentarse a las siguientes convocatorias.
¿Qué sueldo tiene un trabajador de Correos?
Además de la estabilidad laboral, otra de las razones por la que las personas se preparan para unas oposiciones de Correos es porque el organismo suele pagar buenos sueldos. Hay que decir que, dependiendo de las funciones que desempeñe el usuario y el puesto al que haya optado, el salario puede variar, si bien, nunca es demasiado bajo. También hay que tener en cuenta algunos extras que pueden hacer que el sueldo aumente de manera progresiva, como las pagas o la antigüedad.
En cualquier caso, en términos generales y para hacerse una idea, los usuarios que consigan plaza dentro del rango de personal ayudante, pueden tener un sueldo que ronda los 1.200 euros. Si bien, aquellos que cuenten con un puesto dentro del personal oficial base, el salario será de unos 1.300, cifra similar a la que percibe el personal de reparto o de clasificación.
Principales ventajas de trabajar en Correos
Es evidente que adquirir una plaza en Correos va a ser una de las mejores opciones que se pueden elegir para conseguir esa estabilidad laboral tan deseada. En cualquier caso, además de los buenos sueldos, hay otras ventajas que se vuelven atractivas para los opositores.
Entre otras, destaca el horario de trabajo, ya que en muchos puestos es continuo de mañana o de tarde y no se tiene que trabajar de forma partida. También es importante mencionar las vacaciones y los asuntos propios, teniendo un total de 40 días libres anuales y, además, Correos permite el poder seguir escalando dentro de la empresa o permutar a otras ciudades a través de los concursos de traslados.