El mundo entero, tras el paso de la pandemia sanitaria y el auge del precio del gas, está pasando por una de las crisis financieras más complicadas de las últimas décadas. Esto ha puesto en tela de juicio la solvencia de millones de personas, más todavía en el caso de los autónomos. En consecuencia, si tu estado financiero no da para más y las deudas se han acumulado hasta límites insospechados, te recomendamos que te informes sobre aquellos resquicios legales que te pueden ayudar a salvar la situación. Una serie de medidas de contingencia para tu bienestar económico, entre las que la Ley de Segunda Oportunidad destaca notablemente por encima de las demás.
En qué consiste la Ley de Segunda Oportunidad
El mecanismo de segunda oportunidad y reducción de la carga financiera es un recurso legal con el que puedes plantar cara a la acumulación de deudas, sin que ello suponga un impacto directo en tu vida. Se trata de un procedimiento administrativo recogido en la Ley 25/2015, con el que puedes cancelar todas tus deudas de manera definitiva, como su propio nombre indica, teniendo una segunda oportunidad a pesar de las circunstancias que hayas podido vivir. Un servicio destinado a particulares y autónomos para comenzar desde cero y, esta vez, blindar su seguridad financiera.
La Ley de Segunda Oportunidad, también conocida como LSO, se lleva a cabo por diferentes vías. La primera de ellas es fuera de los tribunales, tratando de alcanzar un Acuerdo Extrajudicial de Pagos, donde se negocian nuevas condiciones con los acreedores, para cancelar las deudas. No obstante, en caso de que esto no se lleve a término, se solicitará el Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho (BEPI) que, ahora sí, se hará por vía judicial. Si reúnes todas las condiciones recogidas por la LSO, el final del proceso supondrá la cancelación de tus deudas, para así limpiar tu historial crediticio.
Algo que debes tener claro en cuanto a la puesta en marcha de la Ley de Segunda Oportunidad, es que jamás, debes llevarla a cabo por cuenta propia. Los acreedores no suelen estar dispuestos a asumir este trámite y las conversaciones requieren una figura legal capaz de nutrirse del derecho para que todo salga lo mejor posible. Por eso, antes de nada, ponte en contacto con un buen despacho de abogados y delega esta gestión al completo. Ellos mismos te indicarán si cumples con los requisitos para proceder con la LSO.
Requisitos para acceder a la Ley de Segunda Oportunidad
Conocer la Ley Segunda Oportunidad requisitos es prioritario antes de iniciar cualquier proceso. A grandes rasgos, estos se pueden resumir en ocho puntos que explicaremos con detalle más adelante: ser persona física, tener más de un acreedor privado, ser insolvente, que la deuda no supere los 5 millones, no tener antecedentes de delitos socioeconómicos, ser deudor de buena fe y no haber rechazado empleos durante los últimos cuatro años. Si este es tu caso, estás de enhorabuena, el fin de tus agobios financieros está mucho más cerca.
Para entender en profundidad dichos requisitos, vamos a conocerlos más de cerca. Solo particulares y autónomos pueden aspirar a la LSO, por lo que las empresas están fuera de la ecuación. En cuanto a los acreedores, debes tener deudas con más de un banco, empresa o particular y, si hablamos de insolvencia, debe ser actual, o bien, inminente. Recuerda que si la deuda es mayor de 5.000.000 €, no podrás proceder con la Ley de Segunda Oportunidad; aunque en realidad es que este procedimiento solo es adecuado para quienes tienen una deuda superior a 10.000 €. Por lo que respecta a los antecedentes penales, el deudor no puede haber sido condenado por estafa, hurto, falsedad documental y demás delitos en la última década. Mientras que, para ser deudor de buena fe, debes demostrar que no se trata de una herramienta para eludir los pagos pendientes de forma intencionada.
Así pues, si reúnes todas estas características y, además, no se puede demostrar que hayas rechazado un trabajo en los últimos cuatro años, ponte en contacto con los mejores especialistas en LSO. A su lado, lograrás remontar tu situación financiera para, de este modo, empezar de nuevo con la mirada puesta en un futuro prometedor.