Muchas personas le tienen terror a las citas con el dentista; nada más con entrar y percibir ese aroma típico de consultorio odontológico afloran los peores recuerdos. ¿Te identificas con este sentimiento? Pero no tienes de qué preocuparte, en este artículo hablaremos sobre los métodos caseros para que puedas blanquear los dientes sin necesidad de visitar al dentista.

Métodos Caseros para Blanquear los Dientes
Los dientes tienden a mancharse fácilmente, usualmente de un color amarillento bastante vergonzoso. Pero esto pasa cuando no se cuidan de la manera correcta, ni se tiene la higiene debida. Es por eso que el primer paso para tener dientes blancos es cepillarlos dos o tres veces al día con una pasta de dientes blanqueadora y preferiblemente con flúor. Pero, para aumentar el efecto, existen ciertos trucos que podemos practicar y que son realmente efectivos; a continuación te mencionamos algunos, para que puedas blanquear tus dientes:
Bicarbonato y Jengibre
Ambos ingredientes son fáciles de conseguir y económicos. Puedes rayar un pedacito de jengibre (o usar ¼ de cucharadita de jengibre en polvo) y mezclarlo con 2 cucharaditas de bicarbonato de sodio hasta conseguir una pasta; para añadir un sabor agradable, puedes agregar 2 o 3 gotas de esencia de menta; cepilla tus dientes con esta mezcla, sin olvidar el uso de la pasta de dientes.
Este es un método además con efectos exfoliantes, que elimina rastros de sarro, el cual da a los dientes ese aspecto amarillento. Pero, para no acarrear desgaste en el esmalte de tus dientes y por ende sensibilidad, realiza este método unas dos veces por semana como máximo.
Limón
Sabemos que el limón trae múltiples beneficios para nuestro cuerpo, y la salud bucal no es la excepción. Tiene efectos antibacterianos y antisépticos y es conocido por su efecto blanqueador. Es útil para eliminar las manchas de los dientes y eliminar el sarro y la placa de su superficie; además, combate incluso es mal aliento o halitosis. El limón se puede combinar con otros elementos para un mejor efecto; a continuación te damos las opciones:
- Limón con Bicarbonato: El zumo de medio limón mezclado con una cucharadita de bicarbonato es muy eficaz. Al crear la pasta con ambos elementos, coloca suficiente cantidad en tu cepillo y limpia tus dientes por unos dos minutos, abarcando toda la boca, incluida la lengua; realiza esto máximo dos veces por semana. Al culminar, debes lavar muy bien tu boca con agua, para no dejar rastros de la mezcla.
- Limón con Agua: Esta combinación es una especie de enjuague bucal casero. Coloca en una olla el zumo de un limón y una taza de agua y deja que hierva por 5 minutos; luego deja enfriar y cepilla tus dientes como siempre, con tu pasta de dientes usual, al final, usa el líquido para enjuagarte la boca.
- Piel de Limón: Puede ser un poco más fuerte de soportar, pero consiste en frotar con la parte interna de un pedacito de piel de limón, todos tus dientes.
- Limón con Sal: Mezcla el zumo de medio limón con una cucharadita de sal y cepilla tus dientes con esa pasta por un máximo de 30 segundos. Este método es ideal cuando los dientes están muy manchados; pero es bastante fuerte, por lo que debes hacerlo máximo una vez al mes, para evitar dañar el esmalte.
Aceite de Coco
Este aceite es antimicrobiano, por lo que contribuye a eliminar la placa a la vez que te ayuda a blanquear los dientes. Solo debes cepillarte con una cucharadita de este aceite, asegurándote de que pase por toda la boca.
Fresa y Sal
Esta mezcla es exfoliante y contiene vitamina C, que contribuye a eliminar las manchas, la placa y a blanquear los dientes si le agregas media cucharadita de bicarbonato al puré, el cual realizas con unas 2 fresas grandes y una pizca de sal gruesa. Te puedes cepillar con esa pasta por unos 5 minutos, luego enjuágate muy bien para eliminar cualquier rastro y por último cepíllate con tu pasta de dientes usual. Puedes hacer esto máximo dos veces por semana
Para concluir, es importante saber que las bebidas de color oscuro y los jugos industrializados aumentan el riesgo de sufrir de manchas en los dientes. Lo que puedes hacer es tomarlos con pitillo (o popote) o enjuagarte la boca con abundante agua justo después de ingerirlos. Igualmente siempre tendrás a la mano los métodos que te di para blanquear los dientes.