Erróneamente, se piensa que los gatos son animales que no dan amor a las personas. Al contrario, son seres muy afectuosos que se apegan mucho a sus dueños, a sus entornos y rutinas. Solo que suelen ser más independientes que los perros y tienen otras maneras de demostrar su amor. En el antiguo Egipto se les creía ligados a los dioses, tal vez por su porte señorial. A continuación, algunas consideraciones si se desea tener un gato.
Preparar la casa
Como todo es nuevo para el gato en sus primeros días en su nuevo hogar, es típico que se sienta un poco perdido. También las personas requerirán adaptarse a su nuevo compañero.
El cuenco de la comida, el agua y el arenero para sus necesidades son la prioridad. Muchas personas pueden sentir aversión al olor de la orina y heces de los gatos. Por eso es bueno comprar arena que reduce los olores y un buen ambientador para gatos para que no se sufran estas consecuencias.
Al llevar un gato al hogar se está adquiriendo un compromiso para (por lo menos) los próximos 15 años. Se trata de un ser vivo que siente, sufre y puede padecer si no se le brindan los cuidados adecuados.
Por ello, se necesitará mucho tiempo, paciencia y cuidados para adaptarse a su nuevo entorno y sentirse a gusto. Una sugerencia es utilizar un difusor de feromonas para que su gato adoptado se sienta protegido y menos estresado si ha sufrido un trauma o ha vivido en la calle. Todo esto se consigue en una tienda de accesorios para gatos, cuyo personal puede guiar en todo lo que se necesite.
Las vacunas
Para cuidar la salud del gato y de la familia hay que estar pendientes del plan de vacunación. Los gatos requieren la trivalente o triple felina que los protege de la panleucopenia, la rinotraqueitis y el calicivirus. También requerirá la de la rabia, leucemia felina o leucosis y la peritonitis infecciosa felina o PIF.
En todo caso, será el veterinario quien determine el calendario y las fechas en las que se suministrará cada inmunización al felino. Existen, además, vacunas según las zonas geográficas donde existen infecciones endémicas que son requeridas por ley.
Baños
Es una eterna discusión si los gatos deben bañarse o no. Aunque sus areneros pueden desprender olores desagradables, los gatos son animales sumamente limpios que se acicalan y cuidan su apariencia.
Si se les va a bañar, hay que acostumbrarlos desde cachorros y usar champús especiales para gatos. Estos se consiguen en una tienda accesorios para animales. Es de suma importancia este punto porque los gatos se lamen para asearse y todo lo que pueda quedar en su pelaje va a parar a su estómago y pueden enfermarse.
Si se adopta un gato adulto, mejor no bañarlo porque puede ser una guerra a muerte. En estos casos es mejor usar una toalla húmeda con agua y pasarla por su pelaje.
Dentro de la higiene gatuna es importante saber que el arenero debe estar siempre limpio, pues, no les gusta la suciedad y como protesta pueden hacer sus necesidades en la parte menos pensada como en los zapatos de su dueño.
Juguetes para las uñas
Los gatos son mascotas muy activas, sobre todo en sus meses de cachorros y primeros años. Si bien duermen mucho durante el día, al desperezarse son juguetones y necesitan limar sus uñas conforme estas crecen.
Lo ideal es tener un jardín con un árbol donde ellos puedan trepar y arañar el tronco. No solo tendrán sus uñas sanas, sino que no dañará muebles o cortinas y será el equivalente a los paseos de los perros. Los gatos no requieren paseos, pero sí juguetes para rascarse las uñas y no estropear nada en la casa.
La comida
Los gatos no deben comer comida de personas. Sus croquetas están hechas para su alimentación especial. Requieren determinados nutrientes como la taurina y los ácidos grasos.
No se les puede dar alimento para perros y es mejor consultar al veterinario, quien determinará el tipo de comida según la edad, la raza y las costumbres del felino.