Si alguna vez has tenido una fantasía sexual y has querido compartirla con tu pareja, o incluso has pensado en contarle a alguien tus fantasías, este artículo es para ti. Trataremos algunos consejos sobre cómo sacar el tema de las fantasías sin que nadie se sienta incómodo o avergonzado.
Sé directo
No siempre es fácil hablar de sexo con tu pareja, pero ser sincero sobre lo que quieres y lo que no quieres es crucial para una relación sexual sana. Si eres de Perú y tienes una fantasía sexual con kinesiologas en chiclayo que hace que tu corazón lata más rápido, díselo. Incluso si no están interesados en explorarla de inmediato, tener esa conversación permite a ambos miembros de la pareja entender las necesidades y deseos del otro, y abrirá la puerta a futuras conversaciones en las que podrían ser más receptivos.
Mantente abierto a los comentarios. Puede que te sorprendan las cosas que te digan cuando se enteren de tu fantasía, pero sea cual sea su reacción (aunque te duela), recuerda que esa persona te quiere y desea lo mejor para ti física y emocionalmente. No te pongas a la defensiva si su comentario te parece sentencioso; en lugar de eso, escucha atentamente para que podáis encontrar alguna forma de avanzar juntos como pareja. Estate dispuesto a escuchar, ser rechazado y por supuesto para sorprenderte.
Limítate a lo que te funciona
La mejor manera de hablar de tus fantasías con una pareja (o parejas) es ceñirte a lo que te funciona. No tengas miedo de hablar de lo que te gusta y lo que no, o de las cosas que pueden ser nuevas o que te dan miedo, pero también ten cuidado de no ser demasiado insistente cuando se trata de ciertas actividades. Es importante no abrumar a tu pareja con demasiada información a la vez, ya que esto podría hacer que se sintiera abrumada y/o incapaz/no dispuesta/incómoda en el momento.
Además, recuerda que no tienes que compartir todo con tu pareja. Si hay algo específico que quieres hacer pero prefieres mantenerlo en secreto hasta más adelante, entonces mantenlo en privado (por ahora). Siempre puedes hablar de ello cuando estés preparado.
Pruébalo incluso si la idea te asusta
Puedes intentarlo. Incluso si la idea te asusta puedes imaginar que ya lo has probado, y que te ha gustado. Luego, si tu pareja intenta hablarte de sus fantasías y te pregunta si debe representarlas con otra persona o con una fantasía diferente, dile que sí, que debe hacerlo. Porque, en última instancia, lo que importa es lo que se siente bien para ambos, lo que significa que el tuyo puede no ser el de ellos y el de ellos puede no ser el tuyo, pero no pasa nada porque, al menos, no hay que avergonzarse de ser honesto sobre tus necesidades y deseos (y, de hecho, así es como aprendemos más sobre nosotros mismos).
Investiga lo que le gusta
La investigación es una parte importante del aprendizaje de las fantasías sexuales. Puede ayudarte a entender a tu pareja y a ti mismo, así como la diferencia entre la fantasía y la realidad. Investigar también te permite saber qué se considera normal o anormal entre otras personas, para que no te sorprendas cuando algo sea nuevo para ti.
Investigar las fantasías no es una tarea única. Puede hacerse a lo largo del tiempo y con diferentes métodos desde hacerlo en lugares públicos hasta contratar servicios de mujeres prepagos en quito. Puede que descubras que tus fantasías cambian a medida que envejeces o después de ciertas experiencias, como tener hijos.
No hagas una lista de tus fantasías con puntos al lado de cada una
No hagas una lista de tus fantasías con puntos al lado de cada una, como si estuvieras eligiendo sabores de helado para una fiesta. Puedes decir “quiero probar esto” y dejarlo así. O si quieres, di que tu fantasía es algo como “hacerlo en público” o “estar atado”. No te preocupes si ponen cara de confusión o se ríen; ten en cuenta que no se están riendo de ti, sino del hecho de que nunca se hayan planteado lo implicados que pueden estar los gustos sexuales de la gente.
Recuerda que no hay fantasías equivocadas.
No hay fantasías equivocadas. Lo único que está “mal” es no hablar de ellas, u ocultar tus deseos a tu pareja. Si tienes una fantasía que quieres probar con tu pareja, ¡díselo! Siempre que no suponga un daño para ti o para los demás, no hay nada malo en ciertas manías y fetiches; es sólo una expresión de la sexualidad (y la mayoría de la gente tiene una).
Si no estás seguro de cómo sacar el tema, intenta empezar de forma sencilla: “A veces pienso en tener sexo en la cocina”. O si te gustan más los juegos de rol: “¿Alguna vez te has preguntado cómo sería si intentáramos ser dominantes y sumisos?”. Cualquier forma que os resulte cómoda para ambos hará que la conversación sea más fluida.
Conclusión
No tienes que hablar de tus fantasías con nadie si no quieres. Pero si quieres llevarlas a cabo y no tienes pareja simpleescorts.com es un portal de prostitutas por todo el mundo muy recomendado para empezar. Si te encuentras sin palabras, prueba a repasar los consejos que hemos comentado aquí y ver cómo se aplican a tu situación. A veces, basta con tener una idea de qué tipo de preguntas o estímulos podrían ayudar a iniciar la conversación. En cualquier caso, recuerda que no hay fantasías equivocadas, sólo hay formas equivocadas de hablar de ellas (como decirlas en voz alta). ¿Y qué pasa después? Sólo podemos esperar que resulte mejor de lo esperado.