En el caso que poseas algún blog personal o quieras elaborar una página web, entonces debes tener claro que el uso de imágenes es fundamental para que puedas mantener a los usuarios entretenidos. Es por ello que hemos decidido elaborar este post con algunos consejos para que aprendas a optimizar imágenes para una web de forma sencilla y en pocos minutos.
Básicamente debes aprender a preocuparte por el tamaño y la calidad de las imágenes de tu página web; ya que si no las optimizas bien, entonces esta podrá tardar mucho en cargar, lo cual no les agrada para nada a la mayoría de usuarios. Además mientras menos pese tu página web, Google podrá rastrearla rápidamente; y así la podrá posicionar de mejor manera en los resultados de búsqueda.
Qué hacer para optimizar las imágenes de una web
En este apartado te mostraremos algunos consejos que debes tener en cuenta a la hora de optimizar imágenes para una web. Simplemente debes leer con atención y estar atento para que no te pierdas de ningún detalle.
Escoger el formato adecuado
Primero que nada, antes de empezar el proceso para la modificación de imágenes, debes asegurarte de elegir el mejor tipo de archivo. A continuación te hablaremos de los diferentes tipos de archivo que puedes utilizar:
- Formato PNG: en este caso las imágenes tendrán una calidad impresionante, por lo cual su peso será bastante considerable. Es perfecto para imágenes sencillas.
- Formato JPEG: lo bueno de este otro tipo de formato es que emplea una optimización con pérdida y sin pérdida; ya que puede lograr un buen balance entre el tamaño del archivo y su calidad. Este formato se adapta muy bien para imágenes que posean una gran variedad de colores.
- Archivo GIF: este formato solamente emplea 256 colores y sin duda alguna es la mejor opción para realizar imágenes animadas; las cuales se han puesto muy de moda últimamente.
- Otros archivos: también existen otros menos usados como el JPEG XR y WebP; pero estos no son admitidos de forma universal por la mayoría de navegadores web.
Equilibrio en tamaño y calidad de compresión
Recuerda siempre que los extremos nunca son buenos y esto aplica para todo. En el caso que decidas usar una tasa de compresión baja, entonces la imagen tendrá una calidad increíble pero el archivo será mucho más pesado. En cambio si empleas una tasa alta de compresión alta entonces las imágenes tendrán una calidad pobre pero tendrán un menor tamaño.
En este sentido te recomendamos que siempre trates de usar una tasa de compresión media; en la cual la calidad de imagen será óptima y su peso no será tan descabellado. Por lo general una imagen sencilla en formato PNG no debe superar los 100 KB para que su rendimiento sea el mejor.
Optimización de imágenes para una web
En el caso que no lo tengas muy claro, en este apartado te hablaremos sobre los dos tipos de compresión de imagen que puedes usar para la optimización de las mismas. Cada técnica de compresión podrá servir o no para cada imagen, esto sin duda alguna depende de lo que deseemos lograr con respecto a la edición.
Por un lado tenemos la optimización con pérdida; en la cual se emplea un filtro que elimina alguno de los datos relacionados con la imagen para que esta se degrade. Esto se puede realizar utilizando algunos programas que son perfectos para poder ajustar la configuración de la respectiva calidad, como por ejemplo Adobe Photoshop o Affinity Photo.
Ahora, con respecto a la optimización sin pérdida debemos mencionar que emplea un filtro cuya función es comprimir los datos; lo cual no reduce la calidad de la imagen. Sin embargo requiere que estas sean descomprimidas antes de que puedan renderizarse. Para ello podemos usar FileOptimizer o ImageOptim, los cuales son los programas más utilizados por los usuarios a nivel mundial.