Uno de los principales problemas que tradicionalmente han tenido las criptomonedas es su utilidad práctica. Dicho de otro modo, hablamos de unos activos digitales que son muy útiles como inversión pero no tanto a la hora de ser utilizados como medios de pago.
Por lo tanto, quien realizaba sus operaciones de trading de criptomonedas en plataformas de confianza como Coinbase o Bitcoin Up o en cualquier exchange tenía que convertir las mismas a la divisa que le interese, ya sean euros, dólares o la que corresponda, antes de utilizarla para realizar pagos, aunque siempre enviando ese dinero a su cuenta bancaria.
Sin embargo, gracias a los últimos cambios producidos en el mercado, ese sueño de poder pagar directamente con tus criptomonedas desde donde las tienes almacenadas está cada vez más cerca. Una cuestión en la que son dos las principales líneas de trabajo que encontramos actualmente.
Las tarjetas de los Exchange
Los primeros en dar el salto y ofrecer tarjetas vinculadas a criptomonedas de forma directa han sido los diferentes exchanges que encontramos online. Un movimiento que resulta lógico si tenemos en cuenta que estos sitios se utilizan tanto para realizar operativa de criptomonedas como para que estás queden almacenadas por parte de los usuarios.
Por lo tanto, salvando las distancias, podríamos decir que estas entidades actúan como depositarios de esos activos digitales de la misma forma que nuestro blanco tradicional lo hace nuestro dinero en efectivo. Así que el paso adelante de ofrecernos una tarjeta para que realicemos pagos directamente con esta moneda era algo obvio.
Cada vez que utilicemos la tarjeta se realizará un cambio inmediato considerando la conversión de la criptomoneda que ya hemos elegido utilizar de las que tenemos en nuestra cartera y ejecutándose finalmente la operación en la divisa que corresponda, en nuestro caso en euros. Todo este proceso de conversión se realiza de forma automática y puede suponer una cierta comisión dependiendo de las condiciones de la tarjeta.
De hecho, este es uno de los aspectos que conviene tener en cuenta si queremos una de estas tarjetas, las comisiones. En general serán dos las comisiones a las que tendremos que hacer frente. Una de ellas es la de conversión que acabamos de mencionar, mientras que la segunda es la comisión de emisión o renovación, cuyo importe es variable y que se cobrará anualmente.
Las grandes compañías dan el salto
Las tarjetas de pago que hemos comentado anteriormente se emitían tanto por parte de VISA como por MasterCard, que son las dos principales entidades del mercado de tarjetas bancarias actual. A fin de afianzar su presencia en este fragmento ambas han realizado diferentes operaciones destinadas a aumentar su presencia y también dar soporte a estos nuevos métodos de pago.
En el caso de VISA, la entidad ha procedido a firmar un acuerdo con más de 50 casas de cambio de criptodivisas, que ahora pueden emitir sus propias tarjetas, sujetas a su red y con las que realizar pagos directamente en criptomonedas.
Este mismo movimiento también ha sido ejecutado por parte de MasterCard, aunque por ahora con un planteamiento algo más discreto. El objetivo del acuerdo es el mismo que hemos mencionado para el caso de Visa y se ha formalizado mediante acuerdos específicos con algunas casas de criptomonedas, que también pueden ofrecer a sus clientes tarjetas MasterCard con las que pagar directamente con cargo a sus monederos electrónicos.
En cualquier caso, la implicación de las grandes compañías del mercado de tarjetas de débito y crédito siempre es interesante, ya que ofrece a los clientes toda la necesidad que se necesita para algo tan importante como realizar pagos con cargo a Monedero cripto, cuya seguridad es fundamental. Una buena noticia para todos los usuarios y que no tardará demasiado tiempo en convertirse en tendencia, sumando cada vez más casas de intercambio de criptomonedas a los acuerdos que venimos comentando.