Los pies nos sostienen y nos llevan a todas partes. A pesar de ser literalmente la base de nuestro cuerpo, no siempre reciben el cuidado que merecen. Tras pasarse el invierno cubiertos por gruesos calcetines y botas, con la primavera llega el momento de empezar a lucirlos y tratar todos los problemas o dolencias que pueden aparecer en ellos debido al paso del tiempo, la humedad o del frío que han sufrido. Existen un gran número de productos y cremas que podemos utilizar para mimar los pies, pero si lo que tenemos son molestias persistentes lo mejor es comenzar por realizar untratamiento para el dolor de pies.
El dolor de pies puede deberse a un gran número de motivos, por eso es fundamental contactar con un/a especialista en el tratamiento de tus pies. Entre otras cosas, en las clínicas podológicas realizan un estudio de la pisada, ya que las alteraciones en los apoyos o las presiones del pie al caminar son la causa de muchos de los dolores de pie. Otro de los clásicos problemas que atacan a nuestros pies es la fascitis plantar, que se caracteriza por un dolor agudo y crónico. Esta dolencia puede ser eliminada por especialistas con técnicas láser, sin necesidad de cirujías.
¿Cómo mantener el cuidado de tus pies?
Como vemos, las dolencias pueden ser eliminadas y el dolor reducido, pero también hay cosas que podemos hacer para evitar que se produzcan en un primer momento. Lo primero es utilizar zapatos adecuados y cómodos, para no forzar el pie ni lesionarnos al caminar o al correr. Por otra parte, la piel debe estar siempre bien hidratada, algo que podemos conseguir aplicando cremas para pies todas las noches. Es también fundamental no caminar descalzos/as por superficies mojadas o húmedas, ya que podríamos coger hongos.
Para que los pies no se hinchen debemos hidratarnos correctamente y evitar malas posturas. No es recomendable cruzar las piernas al estar sentados/as ni pasar muchas horas en la misma posición. Para mejorar la circulación podemos terminar nuestras duchas aplicando un chorro de agua fría en nuestras piernas y pies.
Y no debemos descuidar las uñas, que también son parte de nuestros pies. Para evitar hongos e infecciones debemos cortarlas con regularidad y mantenerlas limpias. Si vemos algún tipo de mancha o zona amarillenta o blanca debemos consultar con un especialista.
Por supuesto realizar deporte es siempre recomendable, pero no debemos olvidarnos de los estiramientos para evitar forzar los pies o terminar teniendo una lesión. En este sentido, también podemos realizarnos masajes en los pies antes y después de realizar ejercicio, para relajar la zona.
En conclusión, los pies son una de las partes más importantes de nuestro cuerpo, por lo que debemos prestarles atención y proporcionarles los cuidados necesarios. Existen tratamientos que podemos realizar en nuestro día a día para prevenir molestias, pero lo mejor cuando aparece el dolor es consultar siempre con especialistas y acudir a tu clínca podológica de confianza.