Dicen que “La cara es el espejo del alma” y, bien es cierto, que no es una frase banal. Nuestra expresión facial comunica nuestras emociones e incluso a veces deja traslucir nuestros pensamientos. Cierto que hay quien consigue esconder sus verdaderos sentimientos y poner lo que se ha dado en conocer como “cara de póquer”. Pero lo que no se puede esconder es el estado de la piel del rostro. Nuestra cara está siempre expuesta, tanto al sol, la polución y el viento del exterior, como a los humos, la grasa, el polvo o el aire acondicionado en los espacios cerrados. Por eso la piel de nuestro rostro es la que más sufre y por ello también la debemos cuidar cada día con esmero. Sea como sea tu piel, y sea lo que sea lo que te preocupa, podrás paliar sus efectos con los productos dermocosméticos, que te costarán menos gracias al código descuento Druni.
Cada persona tiene un tipo de piel, que puede ser sensible, grasa, mixta, seca, reactiva e incluso más de una de estas cosas. Según sea tu tipo de piel deberás llevar una rutina de cuidados determinada. Después, como todos sabemos, hay afecciones particulares, que requieren tratamientos específicos y, para acabar, cada edad conlleva su propia problemática.
Las afecciones más comunes que puede sufrir la piel de nuestro rostro también tienen su tratamiento. A continuación mencionamos las más frecuentes y la mejor forma de tratarlas:
- Acné: los poros foliculares se inflaman y pueden infectarse, surgiendo puntos negros, puntos blancos, espinillas y nódulos. Aunque es más frecuente en la adolescencia, se puede dar también en individuos con la piel grasa. Una correcta limpieza es esencial, además de utilizar productos específicos para esta dolencia.
- Dermatitis atópica: debido a la deshidratación y alteración de los ácidos grasos, la piel se enrojece y provoca picazón. Conviene utilizar cremas hidratantes que regeneren la piel.
- Piel grasa: la piel tiene un aspecto oleoso y como con brillo. Conviene utilizar limpiadores faciales dos veces al día (mañana y noche) y realizar una exfoliación una vez por semana para eliminar impurezas.
- Deshidratación: la mejor forma de tratar este problema es con el ácido hialurónico y el ácido glicólico, que además te ayudará a renovar los tejidos y combatir el envejecimiento de la piel.
- Manchas: los efectos de la edad y de la exposición al sol provocan estas manchas. Aunque las manchas no se pueden eliminar, se pueden mitigar gracias a la vitamina C. Utiliza cremas que la contengan. También iluminará tu piel, que tendrá un aspecto más saludable.
- Envejecimiento: se hace evidente por las arrugas y por la pérdida de volumen y elasticidad de los tejidos. La contaminación, el tabaquismo y la exposición al sol pueden acelerar y agravar este proceso, que es natural e inevitable: los años pasan para todos. Además de los productos ya mencionados, no dejes de utilizar el protector solar, la crema hidratante y algún producto específico antiedad, como el retinol y el colágeno.
Independientemente de la edad que tengamos, del tipo de piel y de otras cuestiones, lo fundamental, siempre, en todo momento y circunstancia, es la limpieza y la rutina. Estas son las dos palabras clave que no debes olvidar. Para tener un rostro bonito y sano, te damos los siguientes consejos:
- Limpieza: una buena higiene es lo más importante. Dos veces al día, con un gel limpiador y abundante agua tibia. También puedes utilizar lociones astringentes para normalizar el pH de tu piel.
- Hidratación: una vez tu piel esté limpia, hidrátala dos veces al día también. Además, bebe abundante agua a diario.
- Exfoliación: realízala al menos una vez a la semana, para eliminar las células muertas.
- Vitamina C: porque ayuda a oxigenar las células, lo que las mantendrá sanas.
- Protector solar: cuida tu piel de las exposiciones al sol.
- Mascarilla: es muy conveniente usar una mascarilla cada quince días, para hidratar, nutrir, purificar o tonificar tu piel.
Además de los tratamientos específicos dermatológicos, cuida tu alimentación, procurando ingerir mucha fruta y verdura, y evitando el azúcar, el alcohol y la cafeína. Duerme y descansa lo suficiente, para que tus tejidos se mantengan sanos. Evita el estrés, la vida agitada y las preocupaciones, que, entre otras cosas, afectan directamente a la salud de tu piel. Cuanto mejor nos sintamos por dentro, mejor aspecto tendremos por fuera. “Ser feliz es la mejor medicina”, otra frase popular, en absoluto banal.