Al momento de ahorrar dinero en la preparación de las comidas, uno de los errores frecuentes es pensar que solo en el precio de los ingredientes se puede ahorrar. Y no es así, hay muchas prácticas que permiten comer muy bien, saludable, variado y económico, todo a la vez.
Algunas personas tienen un talento innato para la cocina y la creatividad les sale naturalmente. A otras personas, no se les da tan bien, pero necesitan preparar buenas comidas porque toca hacerlo. En ambos casos es divertido, y puede ser igual de económico y de calidad si se siguen algunos consejos puntuales.
Sitios especializados en recetas económicas
Una de las ventajas de tener internet es que se puede conseguir información absolutamente de todo, y la comida no iba a ser una excepción. Por eso, revisar sitios especializados en cocina, preparación de recetas, tips culinarios y específicamente en la categoría de comidas económicas, puede ser una buena decisión inicial.
Primero, porque permite optimizar las listas de la compra, algo en lo que se ahorrará mucho dinero, seguramente. Pero en segundo lugar, porque es posible conseguir ideas para variar el menú semanal o mensual con ingredientes más nutritivos, variados, y que no por ello acaben siendo más costosos, que es lo que se busca.
En temporada y en las cercanías
Es posiblemente el consejo más evidente para comprar ingredientes a buen precio, y que además sean de calidad y muy frescos. Comprar en temporada es una decisión inteligente, no únicamente por factores de respeto medioambiental y apoyo al productor local, sino también porque suelen ser los productos -frutas y vegetales, mayormente- de mayor calidad y más frescos que se puedan encontrar.
El potencial de ahorro de comprar frutos y vegetales en temporada es bastante importante, lo que se puede combinar con el consumo de productos de cercanías o locales, que pueden no solo ser frutas y vegetales, sino también carnes o pollos, entre otros tantos ingredientes para la preparación del menú semanal. Es habitual que el coste de los alimentos acuse a su vez el coste del transporte para que llegue a la mesa, por lo que el consumo local evitará ese coste indirecto e implícito en los productos que se consumen.
Las proteínas son un mundo aparte
Al hablar de la cantidad de proteínas que las personas pueden incluir en una dieta mensual o semanal, muchos suelen resumir 2 o 3 tipos de proteínas, e incluso 2 o 3 tipos de cortes de carne únicamente, lo que imposibilita mucho la capacidad de ahorro de dinero e incluso la de encontrar proteínas de mayor calidad o valor nutricional.
Y es que sí, aparte de la carne, el pollo o los embutidos, hay muchas formas de incluir las proteínas en cada una de las comidas del día, algunas siendo muy económicas y más nutritivas, e incluso siendo más jugosas o fáciles de preparar.
Por eso, una forma rápida y fácil de ahorrar dinero en la cocina sin quitar un ápice de calidad al menú, puede ser variando los alimentos que deben aportar proteínas.
Las listas son imprescindibles
Las personas que no pueden preparar comidas de calidad y económicas suelen tener algo en común: no tienen listas imprescindibles de la compra. Por eso, lo primero es buscar sitios especializados, como se recomendaba antes, que permitan confeccionar una lista de compra que respete el presupuesto, la cantidad de nutrientes de una dieta saludable, la variedad, pero que en el fondo permita cocinar de una manera más económica en general.
Respetar la lista permite ahorrar dinero y la mayor cantidad de veces en las que no se ahorra dinero suele ser porque se incluyen productos que no formaban parte inicial de la lista. No obstante, lo importante es ser flexible y respetuoso con el presupuesto a la vez, y saber que de vez en cuando merece la pena variar, probar sabores nuevos o darse el gusto. Pero a largo plazo, si se siguen los consejos, el ahorro se notará de forma evidente.