El cerebro es uno de los órganos más importantes del cuerpo; en él se concentra el sistema nervioso y de él se emiten las señales que mueven el cuerpo, por ende ha de estar protegido; a esa protección le llamamos cráneo; en este post hablaremos acerca de este, es decir, los huesos de la cabeza.
Huesos de la Cabeza, la Protección Ósea del Encéfalo: el Cráneo
Cabe hacer la aclaratoria que el cráneo es solo la parte del hueso de la cabeza que cubre el encéfalo; el resto de los huesos son los huesos de la mandíbula.
Huesos de la Cabeza que Componen el Cráneo
El cráneo está formado por ocho huesos; a lo largo del desarrollo se van suturando, manteniéndolos al final muy unidos. Todos ellos disponen de diferentes aberturas y orificios por los que circulan vasos sanguíneos y nervios. A continuación hablaremos un poco de cada uno de estos huesos de la cabeza:
Hueso Frontal
Este hueso se sitúa sobre y protege el lóbulo frontal. Permite dar forma a la frente y llega hasta la parte superior de la bóveda del ojo o margen supraorbital; es un punto de unión entre neurocráneo y viscerocráneo; estos últimos conforma los huesos de la mandíbula y la cavidad auditiva. El hueso frontal se une con los huesos parietales por la sutura coronaria, y con los huesos nasales por la sutura frontonasal.
Huesos Parietales
Son los huesos más grandes del cráneo, que forman la mayor parte de la región superior y lateral de este. Se conecta con el frontal por la sutura coronaria, con los parietales por las suturas escamosas y con el occipital por la sutura lambdoidea. Ambos parietales se unen entre sí mediante la sutura sagital.
Huesos Temporales
Dos huesos, ubicados cada uno bajo uno de los parietales y unidos a estos mediante las suturas escamosas. Estos huesos irregulares se dividen en tres zonas: la escamosa, que es la situada alrededor de la sutura escamosa; la mastoides, que se refiere a la parte más próxima a la mandíbula, en la que se asientan varios músculos de ésta y del cuello; y la pétrea, que se sitúa en regiones más profundas, formando parte de la base del cráneo y poseyendo en su interior los oídos medio e interno. También existe una región timpánica, que rodea al conducto auditivo.
Hueso Occipital
Este hueso configura mayoritariamente la base del cráneo; se sitúa en el orificio donde el encéfalo y la médula espinal se conectan. Protege parte del lóbulo occipital y temporal, el cerebelo y el tronco del encéfalo. Posee varias protuberancias y crestas que conectan con las vértebras. Se conecta con el parietal por la sutura lambdoidea y con el temporal por la occipitomastoidea.
Esfenoides
Este hueso con forma de mariposa o murciélago se sitúa en una zona a la altura de la sien, conectando con los huesos frontal, temporal y occipital. Va de lado a lado del cráneo, de manera horizontal; se compone de cuerpo y alas mayores, menores y apófisis pterigoidea. En el primero puede encontrarse la silla turca, estructura que rodea y protege la hipófisis. Las alas mayores forman parte de la pared dorsal de la órbita ocular, mientras que las menores lo hacen de la parte medial. Mantiene unidos y conectados el resto de huesos de la cabrza.
Etmoides
El hueso conocido como etmoides se sitúa entre el esfenoides y el hueso nasal; participa en la formación de las órbitas oculares y las fosas nasales; actúa como techo de estos últimos y suelo de los primeros, así como de separación entre ambos. Este hueso conecta con las meninges a través de la crista galli. Posee numerosas cavidades denominadas celdillas esmoidales.
Huesos de la Cabeza: el Viscerocráneo
A parte de los que hemos hablado, existen otros huesos que se suman: los huesos viscerocráneo; en síntesis son los huesos de la mandíbula. En este caso podemos encontrarnos con un total de 14 huesos, que junto a los 8 anteriores configuran los 22 que de media tiene la cabeza de un humano adulto (a los que es posible sumar los del oído).