El FC Barcelona atraviesa una de las peores crisis de su historia, tanto a nivel deportivo como económico e institucional. El equipo de Xavi Hernández, que llegó al banquillo azulgrana con la ilusión de devolver la gloria al club de su vida, no ha podido revertir la situación y se encuentra en una posición muy delicada en la Liga y en la Champions League.
¿Qué le pasa al Barça? ¿Qué factores explican este declive? ¿Qué soluciones hay para salir del pozo? A continuación, intentaremos responder a estas preguntas de la actualidad culé siguiendo de guía a los resultados en vivo de La Liga.
Una plantilla descompensada y plagada de lesiones
El primer problema del Barça es evidente se hace evidente en que no tiene una plantilla competitiva ni equilibrada para afrontar los retos de la temporada. El club, sumido en una grave crisis económica, no pudo fichar a ningún jugador de renombre en el mercado de verano, salvo a İlkay Gündoğan, que llegó a coste cero desde el Manchester City.
La falta de refuerzos se ha notado especialmente en la defensa, donde han sufrido la marcha de Gerard Piqué, Jordi Alba y Samuel Umtiti, y no ha podido reemplazarlos con garantías. De ahí que tengan que confiar en el inexperto Ronald Araújo, sin el apoyo de laterales de confianza.
El centro del campo es quizás la línea más potente del equipo, con la presencia de Gündoğan, Pedri, y Frenkie de Jong, pero tampoco ha podido rendir al máximo por las lesiones y la falta de continuidad. El ataque, por su parte, ha perdido todo el poder goleador que tenía con Leo Messi, que se marchó a la MLS, y con Antoine Griezmann, que volvió al Atlético de Madrid. Tanto Lewandowski como Félix no han dado el resultado esperado, además de que han sufrido varias lesiones, otra de las claves para entender el mal momento del Barça.
Un estilo de juego confuso y sin identidad
Xavi llegó al club con la idea de recuperar el ADN del Barça, basado en el juego de posesión, la presión alta, la combinación y la verticalidad. Sin embargo, el técnico no ha podido plasmar su filosofía en el campo, y el equipo ha mostrado una imagen confusa, sin identidad y sin ideas.
El Barça ha sido un equipo previsible, lento, sin profundidad ni desborde, que ha abusado del juego horizontal y de los pases sin sentido. El equipo ha tenido problemas para generar ocasiones de gol, para defender con solvencia y para competir con intensidad. Además, el técnico ha cometido errores en la gestión del grupo, en la elección de los jugadores y en los cambios.
En la Liga, el equipo ocupa la cuarta posición, a 11 puntos del líder, mientras que, en la Champions, el equipo se juega el pase a los cuartos de final ante el Napoli, con todos los pronósticos en contra.
Una crisis institucional y económica sin precedentes
El Barça vive una situación de quiebra técnica, con un patrimonio neto negativo de más de 400 millones de euros y una deuda de más de 1.000 millones. El club no puede hacer frente a sus obligaciones financieras, ni siquiera a las nóminas de los jugadores, y ha tenido que pedir préstamos y renegociar los contratos para evitar el concurso de acreedores, situación que limita la capacidad de gestión, porque no puede fichar ni renovar jugadores, desprendiéndose, además, de algunos de sus activos más valiosos, con muchas más consecuencias negativas que enfrentar.
¿Qué futuro le espera al Barça?
Ante este panorama, el futuro del Barça se presenta incierto y sombrío. El club necesita una reestructuración profunda, que pasa por sanear sus cuentas, reconstruir su plantilla, recuperar su estilo de juego y restaurar su imagen y su prestigio. Un proceso que no será fácil ni rápido, y que requerirá de paciencia, unidad y confianza, encabezadas por la llegada de nuevos inversores, que de cualquier manera no pueden ocultar la realidad de la caída libre del conjunto culé.
