BERLÍN (La tarde) – Los fiscales alemanes irrumpieron en los ministerios de finanzas y justicia el jueves (9 de septiembre) como parte de una investigación sobre una posible obstrucción de la justicia por parte de la agencia gubernamental contra el lavado de dinero.
La investigación en la Unidad de Inteligencia Financiera, una agencia del Ministerio de Finanzas del candidato del SPD a canciller Olaf Scholz, está examinando si la división no actuó ante las advertencias bancarias de un posible lavado de dinero.
Las redadas se producen en un momento crucial para Scholz, quien según las encuestas de opinión tiene muchas posibilidades de convertirse en canciller alemán en las elecciones nacionales del 26 de septiembre.
La UIF, junto con el regulador financiero alemán Bafin, ambas unidades del Ministerio de Finanzas, han sido criticadas anteriormente por no detectar problemas en la compañía de pagos Wirecard, que colapsó en el mayor escándalo de fraude de posguerra del país.
Un portavoz de los fiscales dijo que abrieron la investigación después de recibir denuncias de que la UIF no actuó sobre millones de euros en transacciones sospechosas, incluida África, entre 2018 y 2020.
Dijo que recorrió los ministerios para ver si la agencia recibió instrucciones de ignorar los flujos de efectivo sospechosos.
Los fiscales dijeron que los bancos alertaron a la agencia debido a preocupaciones de que el dinero estuviera relacionado con el tráfico de armas y drogas y el financiamiento del terrorismo, y dijeron que la UIF tomó nota del informe pero no lo envió a las agencias de aplicación de la ley.
Los fiscales dijeron que también estaban investigando el hecho de que desde que la UIF tomó el control del lavado de dinero en 2017, los informes de actividades sospechosas habían disminuido drásticamente.
Dijeron que búsquedas anteriores de la UIF revelaron que había habido una amplia comunicación con los ministerios que fueron registrados el jueves.
El Ministerio de Finanzas dijo en un comunicado que apoyaba la investigación y señaló que las sospechas no estaban dirigidas a funcionarios del ministerio.