Si a finales del 2019 alguien hubiera preguntado cómo imaginábamos los años venideros, a nadie se le hubiera ocurrido pensar que una pandemia marcaría el ritmo de nuestros días. En este mundo hiperconectado y agitado en el que vivimos, que de repente todo tuviera un freno tan drástico en términos de circulación y cierre de actividades parecía digno de un cuento futurista y apocalíptico. Sin embargo, eso sucedió y no fue gratuito: muchas personas sufrieron y siguen sufriendo ansiedad en relación a este momento histórico que nos encontramos atravesando y es allí en donde la psicología tiene mucho para aportar para hacer del día a día algo un poco más llevadero.
En primer término, debemos mencionar una tendencia que va en aumento como lo son los asesoramientos psicológicos en línea. Sitios como https://www.holapsicologo.es ofrecen este novedoso servicio que se ajusta a las necesidades del mundo actual: psicólogos que ayudan a tratar un problema puntual y con la mirada puesta en el corto plazo. Ya sea como refuerzo de la terapia tradicional o como un sustituto para enfocarse en una situación concreta, no demanda de la misma constancia ni extensión en el tiempo. En tiempos de pandemia, cada vez más personas han requerido este servicio.
En la misma línea, las terapias tradicionales ahora también tienen su versión online ajustándose a los diversos protocolos y medidas sanitarias. Esto ha servido para dejar de lado muchos prejuicios en torno al aprovechamiento de la tecnología para los tratamientos psicológicos, al mismo tiempo que amplía la oferta de profesionales para personas que viven alejadas de los grandes centros urbanos. A través de sistemas de videollamada que permiten centrarse también en la comunicación no verbal, se espera que muchos psicólogos y psicólogas se especialicen en este método, dejando de lado el tradicional consultorio y pasándose al mundo 2.0.
Por otro lado, la psicología positiva también ha tenido un momento de furor en este año y medio, ya que le ha servido a muchas personas a atravesar momentos difíciles relacionados con la pandemia y la ansiedad de ver los cambios que se suceden en el mundo. La historia de esta disciplina, que antes se centraba únicamente en intentar alcanzar experiencias positivas y ahora tiene una mirada mucho más holística, hizo perfecta combinación con el momento que vivimos. Bajo la idea de poder abrirse a la experiencia del aquí y ahora, permite un cambio de enfoque vital para poder apreciar lo bueno incluso en momentos extremos, sin negar lo áspero o complejo.
Por ejemplo, una idea central de este enfoque es quitarnos de la cabeza ciertos prejuicios como la idea de la edad para alcanzar algunos sueños. Si algo ha logrado la pandemia es que nos replanteemos que tipo de vida queremos vivir, por lo que ¿cuándo es mejor momento para empezar la transformación que ahora? En ese sentido, los años por venir se presentan como un lienzo en blanco llenos de oportunidades y no como un calendario en el cual tendremos que cumplir diversas tareas que no nos apasionan.
También es importante pensar que la psicología no solo tiene en cuenta a la mente de la persona, sino que puede tener una mirada biosocial, integrando distintos aspectos económicos, biológicos y sociales de las personas en el sistema actual. Poner cada cuestión en su contexto sirve para acallar la ansiedad y tomar una mejor perspectiva de lo que sentimos. Así, lejos de querer negar la existencia de la angustia, el dolor, la tristeza o la propia ansiedad, se la entiende, analiza y se la enfoca, disfrutando más el trayecto de cara al resultado que se quiera obtener o el paso que se quiera dar.
Por último, pensar que cada persona es diferente es un gran bálsamo contra la ansiedad, porque nos permite aceptar que tenemos nuestro propio ritmo y que sabremos cuándo será el momento ideal para accionar. Después de todo, las nuevas tecnologías permiten que podamos contactarnos con un profesional en todo momento y lugar si necesitamos ayuda.