Cada cierto tiempo, dependiendo de las pautas que cada fabricante coloque, deben realizarse unas comprobaciones de calidad al vehículo. En ella los mecánicos realizarán revisiones para certificar que todo está en condiciones y en buen estado. Mientras más antiguo sea el vehículo, más recurrentes serán estas visitas a los talleres como Norauto, en donde el auto encontrará remedio a sus fallas.
Aunque el índice de accidentes de tránsito no sea tan alto, en el caso de las fallas mecánicas, siempre existe el riesgo de tener un accidente por ignorar algún desperfecto en las piezas que conforman al vehículo. Es por esta razón que estar pendiente de las revisiones mecánicas debe ser una prioridad en todos los conductores.
Importancia de las primeras revisiones mecánicas
Es muy importante que todos los conductores sepan que las primeras revisiones mecánicas deben realizarse por lo menos al transcurrir los 15.000 kilómetros o al finalizar el primer año de uso del vehículo. Cuando el vehículo supere los 35.000 kilómetros recorridos será necesario hacer la segunda revisión.
Por otro lado, cada persona tiene la libertad de asistir al mecánico en lo que se conoce como revisiones voluntarias. Estas revisiones sirven para asegurarse que el automóvil no ha sido una mala inversión y poder actuar antes de que se venza su plazo de garantía. Los mecánicos, en estas primeras revisiones mecánicas, centrarán toda su atención en los frenos, la batería, los neumáticos, los filtros, los amortiguadores, entre otras piezas de igual importancia.
Piezas que más se dañan del vehículo
Una de las razones por las que debes estar pendiente de realizar revisiones mecánicas a tu vehículo es para prevenir que alguna pieza deje de funcionar. Por ejemplo, si la caja de cambios del automóvil llegara a averiarse, habría un mayor consumo de combustible y, en consecuencia, mayores gastos para el dueño.
Los neumáticos
Los vehículos suelen averiarse por un factor bastante recurrente: los neumáticos. Esta es una de las principales fuentes de gastos de un carro, ya que muchos olvidan hacerles seguimiento. Cuando los neumáticos se desgastan, generan problemas de alineación o presiones incorrectas que solo se pueden resolver asistiendo al mecánico.
Los amortiguadores
El desgaste de los amortiguadores, a diferencia de los neumáticos, no suelen ser tan visibles. Es recomendable que cada 80.000 kilómetros revises las condiciones en las que se encuentran para así prevenir que otras piezas del vehículo no lleguen a dañarse. Notarás que tus amortiguadores no funcionan cuando el vehículo rebote de manera excesiva y percibas ruidos extraños al pasar por curvas o baches. Puede que también notes que el auto está desnivelado y esa ya será una razón para asistir al taller.
El motor
El motor también es una pieza que poco a poco va deteriorándose y que, en ocasiones, tocará llevarlo a las revisiones mecánicas. La mayoría de los autos tienen unos sensores que monitorean el nivel del aceite del motor. Si la luz que recibe las señales de estos sensores se mantiene encendida puede ser un indicador de que algo anda mal con el nivel del aceite. Otros ruidos extraños similares a los de una explosión serán motivo de alarma para asistir al taller.
¿Asistir a talleres oficiales o talleres de confianza?
Si tienes un mecánico con conocimientos asegurados y, además, es de confianza, no existe ninguna norma que impida que sigas adquiriendo sus servicios. No obstante, los talleres oficiales de las marcas tienen mayor conocimiento sobre las piezas y el funcionamiento de los componentes que conforman tu vehículo. En estos talleres cumplirán con las tareas de mantenimiento básicas, encontrarás piezas originales para repuesto y todo en el menor tiempo posible.