¿Has escuchado hablar sobre el aislamiento térmico y las cámaras de aire? Desde hace mucho tiempo este tipo de recursos se ha utilizado con la finalidad de mantener un ambiente adecuado en el hogar cuando nos vemos sometidos a fuertes temperaturas, sin importar que se trate de frío o calor. Pero eso no es todo, lo cierto es que el aislamiento térmico tiene mucho que ofrecer, y en este post vamos a hablar sobre sus beneficios.
Cuando el invierno se acerca una de las interrogantes más comunes es ¿qué hacer para soportar las fuertes temperaturas? Por muchos años se ha estado utilizando calderas y otros sistemas de calefacción modernos, y aunque no podemos negar que son muy ventajosos, tienen varios factores en contra. Uno de los más sobresaliente está relacionado con los costes. Sí, la inversión en calefacción es abismal, pues las facturas no dejan de crecer.
Aislamiento térmico – Definición
¿Qué es exactamente el aislamiento térmico? Se trata de la instalación de un sistema que tiene la capacidad de mantener dentro de sí una temperatura adecuada. Este tipo de aislamiento es importante durante la temporada decembrina por el alto nivel de frío que se presenta para la época, pues ayuda a que los miembros del hogar puedan disfrutar de comodidad y tranquilidad durante todo el día. Y los beneficios que esto supone son múltiples.
Aislamiento térmico – Beneficios
En la actualidad, cientos de personas están en busca de una empresa de aislamiento térmico, pues consideran que es importante reformar sus casas en este sentido, y al mismo tiempo velar por la tranquilidad y la seguridad del resto de la familia. Sin embargo, las ventajas de la instalación de estos sistemas van mucho más allá de lo obvio, y en esta sección hablaremos sobre ellas:
Ahorro económico
Trabajar en el aislamiento de una vivienda puede ayudarnos a reducir las facturas de electricidad y de gas incluso en un 50%. Esto es posible porque el aislamiento térmico logra conservar la energía dentro de la vivienda, lo que mantiene la comodidad y el confort en ella. Una casa que no esté aislada va a necesitar mayor consumo de energía por el uso de sistemas de calefacción.
Disminución de humedad
Aunque el invierno es una de las épocas más bonitas del año, hay que reconocer que trae consigo cosas que quizás no resulten tan ventajosas, y una de estas es la humedad. La humedad tiende a acumularse tanto en edificios como en casas, por lo que lidiar con ella no es sencillo. Sin embargo, el aislamiento térmico entre los espacios de casa evita considerablemente la acumulación de humedad.
Mayor confort
Aislar térmicamente una casa es sinónimo de confort, pero ¿por qué lo decimos? Porque este sistema consiste en aislar la parte externa del hogar con la parte interna, todo a través de materiales de primera calidad que favorecen el trabajo. Y al tratarse de un trabajo en toda la casa, el confort y la tranquilidad se puede sentir en cada rincón, tanto en cocinas, como en habitaciones e incluso baños.
Altos niveles de seguridad
La seguridad siempre ha sido un aspecto relevante en el hogar, por eso, las empresas dedicadas a realizar este tipo de trabajo, manejan todo el proceso de instalación con materiales de primera. Por ejemplo, uno de los más utilizados es la lana de roca, un material que tiene un coeficiente de conductividad térmica muy bajo y que además es totalmente ignífugo y resistente a los cambios de temperatura.
Aumento de la revalorización
El aislamiento térmico aumenta de manera considerable el valor del inmueble en el mercado de forma inmediata. Y si además de eso optamos por hacer uso de ventanas de PVC que tienen doble acristalamiento, de cierta manera se completaría el aislamiento térmico de la vivienda. Aislar de forma térmica la casa aunque representa un desembolso económico, a largo plazo termina siendo una inversión.