LISBOA (AFP) – Más de 600 bomberos lograron el martes (17 de agosto) controlar el incendio un día después de que estalló en el sur de Portugal, lo que obligó a decenas de personas a huir de sus hogares.
La autoridad de protección civil dijo que las llamas aún activas en la región turística del Algarve habían sido controladas, aunque ya habían destruido al menos 9.000 hectáreas de bosques, huertos y matorrales.
Portugal es la última nación europea en enfrentar olas de calor e incendios forestales este verano, que los científicos del clima advierten que se volverán cada vez más comunes debido al calentamiento global provocado por el hombre.
El incendio estalló en el municipio de Castro Marim, en el interior cerca de la frontera con España, dijo a la prensa el comandante de la fuerza regional de protección civil, Richard Marques.
Los fuertes vientos lo empujaron rápidamente a las ciudades de Tavira y Vila Real de Santo António, lo que obligó a la evacuación de 81 personas de las aldeas locales, dijeron los servicios de emergencia.
Un bombero fue enviado al hospital tras sufrir quemaduras y otros dos fueron atendidos tras inhalar humo, dijo a la AFP un portavoz de Protección Civil.
Los medios locales citaron a testigos presenciales que afirmaron que varias granjas y edificios residenciales resultaron dañados por el incendio, pero las autoridades locales aún no han confirmado estos informes.
A medida que las llamas se extendían por el pinar hacia la costa, las autoridades cerraron el lunes la carretera que atraviesa el Algarve, aunque reabrió el martes.
Los 600 bomberos en tierra contaron con el apoyo de unos 200 vehículos y ocho aviones.
Ante una ola de calor que se prolonga desde el viernes, el gobierno decidió este lunes extender el aviso de incendio ya vigente por 48 horas.
Los recuerdos de los horribles incendios que mataron a decenas de personas en Portugal en 2017 aún están frescos.
En la vecina España, las autoridades informaron que un incendio que estalló el sábado en Navalacruz, cerca de la ciudad de Ávila, estaba menguando.
Aproximadamente 1.000 personas tuvieron que ser evacuadas del área durante el fin de semana cuando el incendio devastó unas 12.000 hectáreas de bosque.
Una ola de calor ha azotado España desde el miércoles pasado, con temperaturas que alcanzaron los 47,4 grados C en Andalucía el sábado, un récord para España si las cifras se confirman oficialmente.
Italia, Grecia, Argelia y Turquía también experimentaron devastadoras olas de calor e incendios forestales este verano, al igual que Argelia al otro lado del Mediterráneo.