ROMA (La tarde) – El gobierno italiano dictaminó el jueves (9 de septiembre) que el personal de alimentos y limpieza en escuelas y hogares de ancianos solo puede trabajar si tiene prueba de inmunidad Covid-19, extendiendo la vacunación obligatoria y el uso de la llamada “Verde Aprobar documento “.
El pase de salud ya era obligatorio para los profesores en Italia, mientras que en marzo se introdujo la vacunación obligatoria para los profesionales de la salud.
El gobierno dijo el jueves que bajo las nuevas reglas, las personas que trabajan en las escuelas en cualquier función deben tener un documento de salud y que todo el personal del hogar de ancianos tendrá que estar vacunado.
El Green Pass, un certificado digital o en papel que muestra que alguien ha recibido al menos una dosis de la vacuna Covid-19, dio negativo o se recuperó recientemente del virus, se diseñó originalmente para facilitar los viajes entre los estados de la UE.
Sin embargo, Italia se encontraba entre un grupo de países que también convirtió en un requisito interno que las personas accedan a una variedad de espacios culturales y de ocio, como museos, gimnasios y cenas en restaurantes.
A partir del 1 de septiembre se hizo necesario viajar en transporte interurbano. El primer ministro Mario Draghi dijo que se extenderá aún más, a pesar de la oposición de grupos que dicen que pisotea la libertad y es una forma secreta de hacer que la vacunación sea obligatoria.
“Ampliaremos el requisito del Pase Verde en las próximas semanas”, dijo el jueves el ministro de Salud, Roberto Speranza, luego de que el Gabinete decretó las últimas extensiones limitadas.
El problema provocó tensiones en la coalición de unidad nacional de Draghi.
Varios funcionarios del gobierno dijeron que el pase debería convertirse en un requisito para todos los trabajadores del sector público e incluso para las empresas privadas, pero la Liga de derecha se opone a esto.
Esta semana, la Liga votó con un partido de extrema derecha en el parlamento contra el requisito del Pase Verde para los restaurantes.
Italia tiene la segunda tasa de mortalidad por Covid-19 más alta de Europa, después de Gran Bretaña, y la octava más alta del mundo.
Alrededor del 72 por ciento de los 60 millones de habitantes de Italia ha recibido al menos una inyección de Covid-19.