MOSCÚ (AFP) – A lo largo de los años, Moscú se ha enfrentado a numerosas denuncias de ciberataques que han dado lugar a numerosas sanciones y la expulsión de sus diplomáticos. El término “hacker” casi se ha convertido en sinónimo de Rusia.
Desde “fábricas de trolls” hasta piratas informáticos supuestamente controlados por los servicios de seguridad del país, aquí hay una descripción general del mundo del ciberdelito en Rusia.
Habilidades
Rusia ha sido durante décadas un terreno fértil para los expertos en informática.
Durante la era soviética, el gobierno presionó por avances en ciencia y tecnología y, con la aparición de las primeras computadoras, en programación.
Con la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1991, algunos de los programadores talentosos pero mal pagados recurrieron al ciberdelito, lo que pronto hizo que los rusos se hicieran famosos por los robos de tarjetas de crédito en todo el mundo.
“En la década de 1990, el medio ambiente se ha fermentado con una cultura de ingenio y una tendencia a doblar las reglas”, dijo el profesor asociado Kevin Limonier del Instituto Francés de Geopolítica.
Servicios militares y de seguridad
Los expertos dicen que en su persistente enfrentamiento con Occidente, Rusia depende en gran medida de su guerra cibernética y sus capacidades de información.
Se sospecha que varios grupos de hackers notorios trabajan para los servicios de seguridad del país, y el Ministerio de Defensa ruso creó sus propias “unidades cibernéticas” en 2012.
El primer ataque a gran escala atribuido a Rusia se remonta a 2007, cuando el estado báltico de Estonia se enfrentó a una ola de ataques cibernéticos a sus periódicos, bancos y ministerios gubernamentales.
Estados Unidos dice que los piratas informáticos de la inteligencia militar rusa (GRU) intentaron manipular las elecciones presidenciales de 2016 al irrumpir en el Comité Nacional Demócrata y la campaña de Hillary Clinton.
El grupo de ciberespionaje más famoso involucrado en decenas de casos se conoce como Fancy Bear, o APT28. Se cree que está patrocinado por el gobierno ruso.
Según Washington, el ataque al desarrollador de software estadounidense SolarWinds fue llevado a cabo por SVR, el servicio de inteligencia exterior de Rusia, y comprometió agencias gubernamentales y cientos de empresas privadas.
Información y sabotaje
“Los ciberataques llevados a cabo por los servicios secretos rusos son parte de operaciones internacionales de varios años destinadas a obtener información estratégica”, dijo la inteligencia alemana en 2016, refiriéndose a las operaciones de espionaje y sabotaje.
La lista de presuntos ataques rusos es larga: un ataque de piratas informáticos al Parlamento alemán en 2015; apuntar a las unidades de artillería ucranianas entre 2014 y 2016; pirateo de una red de televisión francesa en 2015; inmiscuirse en las elecciones estadounidenses de 2016 y 2020, y apuntar a los institutos de investigación de vacunas contra el coronavirus en Occidente el año pasado.
Los expertos dicen que los ataques son cada vez más sofisticados.
“El nivel de ciberataques rusos está creciendo en comparación con hace tres o cuatro años”, dijo el experto en inteligencia Andrei Soldatov.
“Conocemos las operaciones que se han descubierto, pero muchas siguen siendo efectivas”.
desinformación
Rusia también ha sido acusada de llevar a cabo campañas de desinformación a gran escala para influir en los procesos democráticos en Occidente y alimentar la discordia social en línea.
Se cree que el país opera “fábricas de trolls” en línea que inventan información viral falsa en un intento de influir en los usuarios de Internet.
Los cargos fueron dirigidos contra los medios estatales, incluidos RT (antes Russia Today) y aliados del Kremlin como Yevgeny Prigozhin, un empresario sospechoso de estar en el origen de las “fábricas de trolls” en Rusia y África.
Washington acusó al aliado del presidente Vladimir Putin de financiar la Agencia de Investigación de Internet, una empresa con sede en San Petersburgo que pretendía influir en el electorado estadounidense en 2016.
Negación
Consciente de que la naturaleza de los ciberataques dificulta rastrear sus orígenes, el Kremlin siempre ha negado cualquier participación y acusó a Occidente de librar una guerra de desinformación contra Rusia.
Rusia también ha prometido repetidamente su voluntad de cooperar en la ciberesfera.
Antes de las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos, Putin propuso un pacto de no injerencia electoral y un acuerdo global contra el mal uso de las tecnologías de la comunicación.
La propuesta quedó sin respuesta.
Soldatov dijo que Rusia podría estar utilizando ataques de piratas informáticos para obligar a Occidente a cooperar.
No descartó que, ante la amenaza rusa y a falta de una alternativa mejor, “la policía de Europa y Estados Unidos quisieran volver a cooperar con Rusia en ciberseguridad”.